Veintinueve

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Hoy se suponía que debería estar feliz.

La doctora dijo que ya no debía venir a las terapias. Dijo que ya había mejorado muchísimo.

Ya me había curado.
Tú me curaste, Tae Tae.

Cuando te dí la noticia dabas saltitos de alegría y depositaste besitos por toda mi cara.

Pero yo estaba triste. Triste porque ya no podría verte todos los días.

Me dijiste que no me preocupara. Podría verte en tu casita cuando quisiera.

Depositaste una pequeña llavecita en mis manos y besaste mi mejilla antes de irte.

Si mi corazón tuviese piernas estaría saltando de la alegría en este momento.

El cuento que no tuvo un Final Feliz [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora