Bajamos las escaleras y fuimos de puntillas a la cocina.
Habías tomado el botiquín y nos sentamos en las banquetas del bar en la cocina.
Vendabas mi herida.
La seño Kim pasó a la cocina e inmediatamente fue hacia nosotros.
Preocupada, preguntó que había sucedido.
Le dijiste que un ladrón intentó entrar en la casa por la ventana de la cocina. Señalaste a los vidrios rotos.
Agaché mi mirada, avergonzado.
Ella dijo que había que llamar a la policía, pero tú le explicaste que no era necesario ya no se había llevado nada y que estabas bien gracias a mí.
Tu madre me agradeció con un abrazo.
"¿Qué son esas vendas?" Tomó tus brazos.
Te pusiste nervioso, tus ojos lo decían.
"Él trató de ayudarme cuando el ladrón me empujó y caí al suelo. Sin querer cortó sus brazos con los pedazos de cristales rotos del suelo. Fue mi culpa."
Rasqué mi nuca, nervioso.
Ella sonrió.
"Muchas gracias....."
"JungKook." La interrumpiste.
Era la primera vez que decías mi nombre seriamente.
Me sentí feliz.
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El cuento que no tuvo un Final Feliz [KookV]
Короткий рассказLos cuentos de hadas siempre acaban con un buen final. El príncipe rescata a la princesa y viven felices para siempre. Pero esto no es un cuento de hadas, esto es la vida real. -Dedicada a Laura Bravo-