Dieciocho

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Después de todo lo que hice para llegar aquí, me puse nervioso.

No tenía ni idea de lo que habría detrás de esa puerta rosa.

Tenía miedo, más miedo que nervios.

Miedo por tí.

Temía que no estuvieras a salvo.

Pero ahora no me podía echar para atrás. Rompí tu ventana para llegar aquí, y creo que también un jarrón azul que había en la cocina.

Me armé de valor y tomé el pomo. Abrí la dichosa puertecita.

Me encontré con una habitación perfectamente ordenada. Aunque ya me la imaginaba así, la verdad.

Pero no había rastros de tí.

Caminé adentrándome en la alcoba. Buscándote.

No había señal de tu presencia.

Noté que frente a tu cama había otra puerta, está vez, azul cielo.

La abrí sin dudar. Tenía que saber si estabas bien.

Pero no, no lo estabas.

El cuento que no tuvo un Final Feliz [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora