Veintitrés

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Esa tarde fue especial.

Me di cuenta de que te quería, de que te necesitaba.

El sonido de la puerta principal abriéndose nos interrumpió.

"Es mi madre" dijiste entre risitas.

"Estoy muerto." 

Te confesé que tratando de entrar en la casa, había quebrado el vidrio de una de tus ventanas. Además de un jarrón que se veía bastante caro, la verdad.

Te pusiste serio.

Pensé que me echarías de ahí.

Pero sonreíste y me contaste que tenías un plan.

Mi rodilla ardía por el corte y aún así sonreí.

Eres mejor de lo que pensaba.

Eres más de lo que merecía.

Eres justo lo que necesitaba.

Justo lo que necesito.

El cuento que no tuvo un Final Feliz [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora