Capitulo 8

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Ángel guardián.

Sophie's POV

Conduje hasta casa por las calles de Los ángeles.

Al llegar deje el auto en el garaje.

- ¿Hola? - cerré la puerta de la entrada.

No hubo respuesta alguna. Seguramente habían salido todos.

Subí las escaleras hasta mi cuarto y al llegar cerré la puerta con seguro.

Mi teléfono vibró y rápidamente lo tome pensando que era un mensaje de Amber.

"Te has olvidado de que tienes un novio,¿Que tienes que hacer hoy?

Sam"

Marque el número de este y al instante contesto.

- Amor - dijo al descolgar el teléfono.

- Hola Sam

- ¿Por que estas tan distante últimamente?

Me acomode un poco nerviosa en mi cama.

- No estoy distante, es sólo que tengo problemas familiares - mentí.

- Oh, cariño, me hubieras comentado sobre eso - soltó con lástima.

Odiaba mentirle a Sam pero no podía decirle que me había besado con un desconocido que había llegado a mi casa hacia como tres o cuatro días.

- No quería preocuparte

- Espero que todo se arregle, pequeña.

- Si, eso espero yo también...

- ¿Quieres hacer algo? - escuche su tono pervertido.

¿Por que no? necesitaba algo que me relajara y que mejor que un buen sexo con tu afiebre novio; pensé.

- ¿Que tienes pensado? - Respondí con el mismo tono.

- Hacer que grites mi nombre.

- Sam...

- ¿Hay alguien en tu casa?

- No...

- Estoy allá en 10 minutos.

- Te espero con ansias - reí y colgué.

Corrí al baño y tome una ducha rápida. Me puse una lencería realmente sexy para el gusto de Sam.

El timbre sono y corrí escaleras abajo y abrí la puerta.

Los besos de Sam atraparon mis labios, me alzo y yo rodee su trabajado torso con mis piernas.

- Te deseo tanto - susurro en mi boca.

Me puso contra la pared y mientras me sostenía comenzó a desabrochar su pantalón.

- Sam... - estaba al borde de la excitación.

- Sh - dio un corto beso en mis labios - Vamos a ver que tan buena eres entre la espada y la pared...

Sacó su miembro de su pantalón y bajo mis pequeñas bragas negras.

- ¿Lista? - asentí - Quiero que grites...

Dicho eso, introdujo su miembro en mi entrada, solté un grito que tenía reprimido pero no era de dolor sino de placer. Sam comenzó a envestirme lento, sintiendo todo. Tomo mi sostén y lo desabrocho dejando mis pechos al aire, tomo uno y lo metió en su boca y con otra mano masajesba mi otro pecho.

Mi cuerpo comenzó a temblar y el disminuyo la intensidad de embestida.

- Aún no pequeña - mordió el lóbulo de mi oreja.

One in a million. || Justin Bieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora