CAPÍTULO 22: TRAICIÓN

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Sting Eucliffe 

Cuando salí de la facultad tras acabar con todas mis clases, me dirigí a la empresa de mi padre. Le encontré tras su despacho con un montón de papeles y carpetas sobre su mesa. No paraba de hablar por teléfono y es que mi padre, desde que dejó el boxeo, se dedicaba a la investigación privada. Cogí la placa con su nombre "Jiemma" y sonreí ¡Como le gustaba a mi padre aparentar que era más de lo que era! Cuando terminó de hablar por teléfono, se fijó en mí, que ya estaba recostado sobre la silla con los pies encima de la mesa. Dejé el cartel con su nombre de nuevo en la mesa.

~ Quita los pies de mi mesa – me regañó y yo sonreí apartándolos.

~ ¿Estás de mal humor hoy o qué? – le pregunté.

~ Algo así, me tienen hasta arriba de trabajo.

~ ¿Con qué caso estás? Quizá podría ayudarte en algo.

~ Tú ya has hecho bastante – me dijo y no le entendí a qué se refería – tengo que salir.

~ ¿Otro caso? – le pregunté.

~ Sí, investigar a gente es lo que tiene, me toca estar todo el día fuera espiando en la vida de los demás.

~ Que vaya bien entonces – le dije y volví a colocar los pies encima de la mesa en cuanto se marchó.

Ya me estaba relajando cuando la puerta se abrió de golpe y al moverme con rapidez intentando bajar los pies de la mesa, tiré unas carpetas al suelo. Mi prima minerva entró por detrás sonriendo.

~ Joder que susto me has dado, creía que era papá – le dije sonriendo.

~ Que manía tienes con poner los pies encima de la mesa – me regañó ahora ella – te ayudo a recoger anda.

Me levanté de la silla para recoger las carpetas que se habían caído. Miré hacia Minerva que ahora recogía los papeles a mí lado. En realidad... casi la trataba como a mi hermana ¡Eso de ser hijo único no me gustaba! Así que yo siempre la llamaba hermana y para mí lo era. Sus padres siempre estaban ocupados con sus negocios en Europa y nunca se ocupaban de ella, así que al final, acabó viviendo con nosotros. Llevaba tanto tiempo con nosotros que... ¡Era mi hermanita! Sonreí al pensarlo, porque a ella tampoco le importaba que la llamase así, es más, ella siempre me presentaba en público como su hermano.

Estaba pensando en ello cuando vi a Minerva guardar unos documentos que se habían esparcido por el suelo en una de las carpetas ¡me extrañó ver la fotografía de Gray!

~ Espera – le dije – déjame ver ese archivo.

Mi hermana me lo señaló y lo elevó como si me preguntase si era ese precisamente el que quería, le afirmé con la cabeza y me lo pasó ¡Era Gray! ¿Por qué tenía mi padre un archivo con información de Gray?

~ Búscame la documentación de éste – le pedí a mi hermana y nos pusimos a registrar por el suelo todas las hojas esparcidas buscando la información que iba en esa carpeta.

~ ¿Le conoces? – me preguntó Minerva.

~ Sí – le respondí – viene a la Universidad conmigo, pero no sé porque el papá le está investigando.

Entre los dos cogimos todos los papeles y los juntamos para echarle una ojeada. ¡Estaba todo! Había fotografías suyas en casa, con su hermanastro, de él en la facultad cuando iba a estudiar, incluso de su trabajo nocturno del que yo no sabía nada. Lo que más rabia me dio, era ver fotografías de Gray conmigo en la facultad ¡mi padre nos había estado espiando! Bueno a mí no... a él. Seguí mirando los documentos, tenía muchas cosas escritas, información personal de él, mucha de ella, yo la desconocía por completo, pero también había cosas de Natsu. No debí poner buena cara al darme cuenta de todo esto, porque Minerva se dio cuenta de que me pasaba algo al instante.

Enamórame (Fairy Tail, Natsu-Gray, Jellal-Loke, Sting-Rogue)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora