CAPÍTULO 31: PROMESAS

330 51 3
                                    

Natsu Dragneel

No me podía creer que Lyon hubiera sido capaz de meter a Gray en aquel lugar, pero mucho menos podía creerme que le hubiera intentado violar ¿En qué cabeza cabía violar a tú hermano? Estaba loco de remate, no era Gray quien necesitaba ser ingresado, era Lyon.

Por otro lado... tuve suerte de poder al menos meter a Zancrow en el calabozo, porque hoy era mi último día en la comisaría, a partir de mañana, empezaba en mi nuevo puesto, una nueva base, un nuevo equipo, un nuevo trabajo mucho más peligroso y excitante. Ya no tenía que detener gente, ahora tenía que ayudar de verdad a la gente, salvar rehenes, ayudar en los casos de suicidio, operaciones encubiertas, cambiaba mi pistola por un rifle de asalto ¡Justo como mi padre!

Qué ganas tenía de empezar, de conocer al nuevo equipo, porque lo que más me atraía, era lo reducido que era el grupo, ya no tenía que estar pendiente de cien personas en la comisaría, sólo de mi equipo de siete personas, eso era como entrar a una familia, con la diferencia de que ellos llevarían mucho tiempo juntos y Rogue y yo entrábamos de novatos.

Formar parte de cada una de estas fuerzas especiales no es una tarea fácil. Los entrenamientos son duros, a veces hasta traumatizantes y casi siempre provocan que quien lo intenta quiera salir antes de siquiera llegar a la mitad del camino. Pero la peor parte comienza después de tener el privilegio de formar parte de estas unidades especiales: las misiones son las más complicadas posibles y eso era precisamente lo que más me atraía de mi trabajo.

Esta noche no iba a poder pegar ojo por los nervios acumulados, entre el nuevo trabajo, el nuevo grupo, la nueva base, Gray que me tenía de los nervios por no saber nada de él y Lyon... que me tenía frito con sus exigencias con tal de que firmase esos dichosos papeles. Al final... había accedido a su petición y no sé muy bien si es que tramaba algo o no, pero yo solo pensaba en sacar a Gray de aquel lugar.

Ahora a Lyon lo que se le había ocurrido pedirme era una noche de sexo salvaje con él ¡Cosa que me extrañaba muchísimo! Principalmente porque hacía meses que no me pedía sexo, ni siquiera cuando éramos novios, así que ¿por qué lo quería ahora? No me gustaba la idea, menos la de tocarle después de saber todo lo que le había hecho a Gray, pero tenía que conseguir que firmase esos papeles. Es más, le prometí que si esta misma mañana lo sacaba de allí, aceptaba ¡y había cumplido! Porque llamé al hospital y me confirmaron que le habían dado de alta a Gray, que Lyon había pasado a firmar su salida. ¡Me tocaba cumplir a mí su parte del trato! Y no me gustaba nada la idea.

Tampoco podía arriesgarme a no cumplir mi parte, porque tenía miedo de que volviera a ingresarle en ese sitio ¡me tenía cogido ahora! Yo trataba de pensar que sólo sería una vez, una vez y tanto Gray como yo seríamos libres, podría ir con Gray y decirle cuanto le quería, podía pedirle que se viniera a vivir conmigo y abandonase esa casa del terror, podía pedirle que saliera conmigo formalmente. Quería ver su sonrisa, quería verle feliz y mientras Lyon le tuviera cogido no podría hacerlo ¡Tenía que hacer esto para soltarle de sus garras! Sólo una vez, es en lo que trataba de mentalizarme.

Cogí la moto y fui a su casa ¡la verdad es que sólo quería acabar rápido con esto y no tener que volver a verle! Toqué el timbre y me abrió Lyon con una sonrisa de oreja a oreja ¡la cual yo se la habría partido en ese mismo instante de un puñetazo! No le hablé, no le besé, le aparté con el brazo y entré dejando el casco encima de la mesa de la cocina mientras me quitaba la chaqueta y la colocaba en la silla. ¡Me daba exactamente igual si no me había invitado a pasar! Yo sólo quería acabar lo más rápido posible con todo esto.

~ ¿Dónde quieres hacerlo? – me preguntó Lyon.

~ Me da igual, pero date prisa – le dije.

Enamórame (Fairy Tail, Natsu-Gray, Jellal-Loke, Sting-Rogue)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora