CAPÍTULO 97: HERENCIAS

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Gray Fullbuster 

Me desperté abrazado a Natsu y me encantaba sentirme así de protegido. Lo malo de hoy, es que el sexo había sido... suave, porque no podíamos hacer ruido con Romeo en la habitación de al lado ¡por eso mismo quería tardar en tener niños por la casa! Yo quería disfrutar ahora de todo el tiempo perdido con mi novio, quería sexo salvaje con él y no esto de tener que ir escondiéndonos por si estaba Romeo por allí cerca.

Me levanté de la cama, me vestí y salí a preparar el desayuno, aunque para cuando llegué a la cocina, me sorprendió ver a Romeo levantado viendo dibujos en la televisión y comiendo un cuenco de cereales. Lo peor de todo... es que encima había preparado el desayuno para los demás y sinceramente... él no tenía porque hacerlo, era algo que teníamos que hacer nosotros.

Cogí un cuenco con cereales y lo llené de leche sentándome frente a la televisión con él. Me sonrió mientras volvía a meterse la cuchara llena de cereales en la boca. Los dibujos eran un poco feos, a mí por lo menos no me gustaban, pero no dije nada, al que tenían que gustarle era a él.

- ¿Qué tal has dormido? – le pregunté

- Bien, gracias – me dijo mientras volvía a ver los dibujos

- ¿No quieres preguntar algo? – le pregunté dudando porque le había soltado todo lo de su madre de golpe y no había dicho nada, era un chico muy serio.

- No – me dijo – bueno... ¿Cuándo la conoceré? – me preguntó.

- En cuanto le avise de que estás aquí – le dije – quiero planteárselo bien antes de que se lance a por ti como una loca, porque ha estado desesperada buscándote.

- Yo creía que ella me había abandonado, igual que mi padre.

- No – le dije de nuevo – te robaron del hospital –le comenté – tu padre fue quien te llevó a ese lugar y tu madre estuvo muy grave durante años, pero ha estado buscándote incansablemente, se alegrará de tenerte de nuevo con ella – le sonreí y él sonrió

- ¿De verdad se alegrará? – me preguntó.

- Claro que si, las madres siempre son las madres – le dije – ella te quiere mucho, te lo aseguro.

Natsu se levantó en aquel momento y con una gran sonrisa, se vino a desayunar con nosotros al sofá, aunque él fue algo menos discreto que yo.

- Qué dibujos más feos – dijo de golpe y Romeo le miró extraño

- Un poco – dijo de golpe – ¿Es que no hacen nada decente en la televisión de Japón?

- Claro que sí – le dijo Natsu ofendido porque se metieran con su país – lo hacen, sólo hay que buscar un buen canal – dijo quitándole el mando y buscando un canal de dibujos.

Colocó un canal de dibujos y sonrió devolviéndole el mando a Romeo. Creo que en el fondo, ambos se llevaban muy bien porque además Romeo no dejaba de mirarle como si le admirase.

El timbre sonó y a mí me extrañó mucho aquello, porque yo no esperaba a nadie y por la cara que puso Natsu, él tampoco esperaba a nadie. Natsu fue quien se levantó del sofá para abrir, principalmente porque aunque yo vivía con él y siempre me repetía que era "nuestra casa", en el fondo yo seguía sintiéndola un poco como... "su casa" porque era de él, la pagaba él para ser concretos.

Abrió la puerta y tanto Romeo como yo miramos hacia la puerta. Había un hombre mayor con una larga barba blanca y un ojo con un parche. ¿Quién narices era ese? Romeo sí pareció reconocerlo porque se escondió tras de mí como si no quisiera ir con él.

Enamórame (Fairy Tail, Natsu-Gray, Jellal-Loke, Sting-Rogue)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora