CAPÍTULO 63: ¿HERMANOS?

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Jellal Fernándes

Me desperté y cuando conseguí abrir los ojos me di cuenta de que hacía demasiado tiempo que no había dormido tan bien como hoy, eran las once de la mañana y yo jamás me levantaba tarde, normalmente a las tres o cuatro de la madrugada ya estaba desvelado. Resoplé por la hora y coloqué mi brazo cubriendo mis ojos evitando así la luz que entraba por la ventana.

Una voz que venía desde fuera de la habitación me sorprendió, era Loke y entonces caí... que él se había quedado a dormir en el cuarto de al lado por miedo a que me ocurriera algo ¿Qué iba a ocurrirme? ¿Qué mi padre entrase a violarme? Bueno eso era algo que ocurriría tarde o temprano, tampoco es que me importase ya mucho, lo tenía asumido. Que Loke estuviera aquí solo retrasaba lo inevitable.

~ Despierta dormilón – me dijo Loke con una sonrisa – ven a desayunar conmigo.

~ No tengo hambre – le dije aunque mi estómago estaba a punto de sonar.

No tenía nada en contra de Loke, pero es que odiaba sentirme vulnerable y ayer con el ataque de mi padre me había sentido así y encima... mi equipo lo había visto, Loke lo había visto ¿Qué pensaría de mí? Yo no quería que me vieran como un estorbo o como alguien a quien deben defender, se supone que yo era policía, yo era quien tenía que defender a los demás y no los demás quienes me defendían a mí. Me sentía humillado.

~ No es cierto – me dijo Loke – o vienes tú o iré yo a sacarte de la cama – me amenazó y sinceramente... me gustaba su voz de mando.

Nunca creí que Loke pudiera tener autoridad, siempre le vi como el chico rico y pijo, el que sigue todo lo que le dice su padre, el que tiene que cuidar su imagen y su reputación, para mí él era un compañero de trabajo que solía gastarme bromas en el vestuario y poco más. Supongo que ahora echaba un poco de menos esas bromas que solíamos gastarnos, porque al final... siempre era Loke quien iniciaba las conversaciones conmigo.

No me moví de la cama, ni siquiera tenía fuerzas para ello y entonces... sentí un peso encima de mí, Loke estaba subiendo por la cama y se estaba posicionando encima de mí. Cuando llegó a mi altura, agarró mi muñeca y me movió el brazo apartándolo de mis ojos para que pudiera verle.

~ ¿Qué haces Loke? – le pregunté.

~ Darte los buenos días – fue su contestación antes de besarme con dulzura y la verdad... creo que jamás me habían besado así.

Los besos que me habían dado durante toda mi vida eran exactamente como Silver, rudos, bruscos, agresivos, dominantes, jamás habían tenido ternura o dulzura alguna. Su beso hizo que me dieran ganas de llorar, pero me contuve, no iba a parecer débil y menos frente a Loke.

~ Tu padre va a matarte si se entera de esto – le dije muy serio.

~ Mi padre me da exactamente igual en este momento – fue su respuesta

~ Debió alegrarse mucho cuando rompiste con Gray – le comenté.

~ Bastante – me dijo sonriendo – se cree que tuve una confusión y que le llevaré una chica la próxima vez, supongo que no se espera que quiera llevarte a ti, precisamente al que le humilló en la mesa.

~ Se lo merecía – le dije

~ Sí – me comentó – pero la próxima vez... deja que yo te defienda frente a él.

~ Yo no necesito que nadie me defienda – le dije cabreándome - ¿qué crees que soy? ¿un chiquillo? Puedo defenderme solo.

~ Ya lo sé – me dijo sonriendo – pero me gustaría hacerlo a mí aunque solo fuera una vez, tenías razón en que tengo que salir de la falda de mi padre, es mi vida y no la suya, yo puedo hacer lo que quiera y tenía que haberme dado cuenta en aquella comida, así que siento haber discutido contigo aquel día, tenías razón en todo lo que dijiste.

Enamórame (Fairy Tail, Natsu-Gray, Jellal-Loke, Sting-Rogue)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora