CAPÍTULO 38: INTERROGATORIOS

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Jellal Fernándes

Me llevaron hasta una de las salas y allí estuve sólo un buen rato, hasta que un hombre de investigaciones especiales acudió hasta mí ¡ni siquiera se sentó! Me habían tocado muchos para los interrogatorios, pero a este no le conocía, era moreno, con un acento algo extraño. Se presentó como Kurohevi y la única palabra que yo entendí con claridad fue "empecemos"

~ Chaleco – me pidió y me levanté de la silla para quitarme el chaleco antibalas y dejarlo encima de la mesa – camisa – volvió a pedirme y la quité también.

Acabó pidiéndome detrás las botas y el pantalón. Todo lo metió en bolsas de plástico y me dejaron una bolsa con ropa limpia encima de la mesa para que me vistiera. Mi abogado entró en ese momento por la puerta quejándose por haber empezado todo sin estar él presente... tantas veces había venido ya que es que ni le contestaba. Me comentó que lo había visto en la televisión y que había hecho un buen trabajo, que no hacía falta que dijera nada, él se ocuparía de todo. Lo siguiente que me preguntó es si quería hablar con el investigador en este momento y sinceramente, le dije que sí por quitarme esto de encima ya.

Me preguntaron por el disparo y lo único que contesté es que me dijeron "Scorpio" y yo disparé. El investigador me preguntó a que me refería con Scorpio y no fui yo quien contestó sino mi abogado.

~ Scorpio quiere decir que le dieron orden de disparar – le aclaró mi abogado otra vez ¡parecían sordos estos investigadores! No aguantaba estos protocolos.

~ ¿Y creen ustedes que se agotaron todas las opciones de negociación antes de dispararle?

Aquella frase me cabreó, porque no estaban dudando de mí, sino de Laxus, como si hablando con aquel tipo le hubiera podido convencer, pero Laxus habló con él, probó miles de tácticas del manual y del protocolo y ese sujeto, levantó el arma dispuesto a disparar a mi equipo. No iba a consentir que dudasen de mi Sargento, porque era el mejor en su trabajo.

~ Se siguió el manual – le dijo mi abogado – puede usted comprobarlo en las grabaciones, porque como usted bien sabrá, todas las negociaciones se graban desde el camión de la unidad, así que puede comprobar que se hizo todo lo posible y no se saltaron ninguna norma del protocolo. – le aclaró.

~ ¿Agotaron todas las opciones? – volvió a preguntarme a mí y estaba cabreado, aunque intenté no demostrarlo y saqué mi sarcasmo ¡Ese que siempre sacaba cuando me tensaba! El que siempre sacaba como un mecanismo de autodefensa.

~ ¿Qué opciones? – le pregunté yo - ¿Verle matar a la rehén o que disparase contra mis compañeros? – le pregunté.

Desde luego esto no iba por mí, iba por Laxus, estaban haciéndome preguntas sobre la negociación y no precisamente sobre mi disparo. Estaban intentando investigar a mi Sargento y yo por él, hacía lo que fuera ¡Además, era el mejor en su trabajo! No consentía que dudasen de él o de su eficacia.

~ Lo tomaré como un sí – me dijo el investigador. – estará bajo investigación mientras concretamos si hubo una fuerza excesiva. Podría tomarse un descanso durante estos días que dure la investigación. – me concretó.

Por lo menos después de un millón de preguntas, que mi abogado contestó prácticamente a todas, me dejaron salir. Aún tenían que ir al forense para estudiar si nos habíamos pasado o no al tomar la decisión de disparar. El que entró es el psicólogo, claro que me indicó que caminásemos fuera.

Salimos de la sala ¡Gracias a dios! Y caminamos por los pasillos hacia la salida de la base. El psicólogo era un chico joven, quizá de mi edad, con el cabello verde y largo, se llamaba Freed.

Enamórame (Fairy Tail, Natsu-Gray, Jellal-Loke, Sting-Rogue)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora