CAPÍTULO 83: POLICÍAS Y CRIMINALES.

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Jellal Fernándes

No podía creerme que había sido Jackal el culpable de que estuviera aquí, pero así era. Desde luego tenía que reconocer una cosa... ¡Qué maldita puntería tenía! Si lo hubiera aprovechado para algo bueno en lugar de para algo malo, habría sido genial.

Jackal no se atrevió a quitarme las esposas en toda la noche por miedo a que le matara y no iba muy desencaminado, porque si me las hubiera quitado me habría lanzado contra él sin dudarlo un segundo. Así que él acabó durmiendo en su cuarto del piso superior y yo tuve que conformarme con un cojín apoyando la cabeza en los peldaños de la escalera. Dormí bastante incómodo con el brazo agarrado a la balaustrada de las escaleras, porque no podía moverme mucho y encima, las esposas me estaban haciendo daño en la muñeca.

No podía dormirme aunque me moría de sueño y todo por culpa del dolor y de lo incómodo que estaba. Al final, a mitad noche bajó Jackal y me miró acercándose un poco a mí.

~ ¿Estás bien? – me preguntó.

~ Claro – le dije – en las escaleras se duerme de lujo – le comenté con ironía y él sonrió.

~ Si prometes portarte bien y no agredirme, te dejo subir conmigo a la cama.

~ ¿Ahora que soy? ¿Un perro? ¿me dejas subir a la cama?

~ No quería decirlo así... ¿Quieres dormir en la cama o no? – me preguntó al final con un tono más serio.

~ Sí – le dije – pero no contigo.

~ ¿Conmigo o con las escaleras, que prefieres? – me preguntó.

~ Eres un cabrón

~ Lo soy ¿Y?

~ Contigo – le dije al final.

~ Ven aquí – me dijo acercándose y quitándome las esposas aunque seguía bloqueándome las manos sin fiarse de que pudiera hacerle algo.

Miraba a Jackal mientras me conducía hacia la habitación y no tenía buena cara, quizá le había hecho sentir algo, quizá, se sentía culpable ahora y por eso no podía dormir con su habitual tranquilidad, seguramente... ese era el motivo de que hubiera venido a buscarme, no podía dormir pensando que yo estaba incómodo en esa escalera.

Su habitación era una pasada, con mucho lujo aunque no tenía apenas muebles, era bonita y elegante, algo que me extrañó, aún así, Jackal me acompañó hasta la cama de matrimonio y me obligó a tumbarme mientras agarraba mi brazo sano al cabezal de la cama bloqueando así que pudiera hacerle daño mientras él dormía. Me dolía el brazo aún de su disparo y no podía quitármelo de la cabeza, había sido él, él me había destrozado la vida y sin embargo, ahora parecía sentirse tan culpable de lo hecho, que ni siquiera podía conciliar el sueño.

Me giré de lado dándole la espalda y es que no quería verle, no quería saber nada de él, no quería tener que soportarle más, sólo deseaba dormir cómodo mi última noche, porque mañana vendrían los de la mafia a por mí y no m esperaba nada bueno. No sé las llamadas perdidas que le hice a Loke y realmente... no sabía si él entendería lo que quería decirle, pero le necesitaba.

Cuando estaba a punto de dormirme, sentí un brazo en mi cintura agarrándome con fuerza, pero no podía moverme más para apartarme sin caerme de la cama. Notaba la cabeza de Jackal apoyada en mi espalda y creo que estaba llorando, de todas formas, sólo podía escucharle pedirme perdón y algo dentro de mí, quería girarse y consolarle, decirle que estaba todo bien, pero otra parte, me decía que era el desgraciado que me había arruinado la vida ¡Total... mañana estaría muerto! Que más me daba ya lo que pudieran pensar de mí, ya no servía de nada.

Enamórame (Fairy Tail, Natsu-Gray, Jellal-Loke, Sting-Rogue)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora