CAPÍTULO 35: ENCONTRARTE

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Natsu Dragneel 

¡Estaban tocando el timbre! Pero yo no quería ni abrir la puerta, sólo quería seguir aquí sentado en el suelo, con la espalda recostada contra los asientos del sofá, con toda la vivienda a oscuras y una botella de sake en la mesa. ¡No quería ver a nadie a menos que me dijeran que habían encontrado a Gray! Y desde luego... no lo habían hecho. Habían pasado dos semanas y nadie me decía nada, era como si la tierra se lo hubiera tragado.

El timbre volvió a sonar y en lugar de levantarme para abrir, cogí la botella de sake y bebí un trago volviendo a dejarla en la mesa. ¿Cómo iba a perdonarme esto? No podía, yo fui el culpable de que Gray hubiera salido corriendo, yo era el culpable de hacerle daño, sufría por mi culpa, si no hubiera aceptado aquella propuesta de Lyon Gray estaría bien, internado en aquel hospital pero al menos sabría donde estaba, ahora no sabía absolutamente nada de él y eso me estaba matando en vida.

~ Natsu abre la puerta – escuché la voz de Rogue al otro lado – sé que estás ahí, así que abre la puerta – me exigió y me levanté tambaleándome.

Me dirigí hacia la puerta y en ese camino, me pegué contra un mueble tirando un jarrón al suelo y no sé por qué... me entró la risa justo cuando abría la puerta y la dejaba abierta volviendo a caminar hacia mi sofá. Rogue abrió la puerta que yo había dejado entreabierta y lo primero que miró fue el jarrón roto del suelo.

~ Apestas a alcohol tío – me regañó

~ ¿Quieres un trago? – le pregunté.

~ No, quiero que te metas en la ducha ahora mismo y te despejes, mañana hay trabajo y no puedes presentarte en este estado.

~ Me da igual – le dije y pareció enfadarse.

Rogue me levantó ahora a la fuerza del suelo y me empujó hasta la ducha encendiendo el agua fría. Le maldije tantas veces como se me ocurrió y le pedí e incluso le supliqué que me dejase salir de la ducha ¡Estaba helada el agua! Pero sus brazos se quedaron firmemente en mis hombros manteniéndome bajo el chorro de agua fría.

~ Te voy a matar Rogue.

~ Para eso tendrías que poder mantenerte en pie – me dijo - ¿Crees que voy a permitir que te echen del cuerpo con todo lo que has trabajado para entrar en este equipo? Espabílate – me gritó.

No sé porque, pero empecé a llorar dejándome ahora resbalar la espalda por los azulejos de la ducha hasta sentarme en el plato. Justo aquí es donde besé a Gray, justo aquí, es donde me reí con él por equivocarse con el botón de la espuma, justo aquí, fue donde casi le hago el amor la primera vez. Rogue pareció calmar su agarre cuando me vio llorando, intentando hacerme pequeño, encogerme lo más que podía, intentando que no me viera así mi compañero.

~ ¿Dónde está? – le pregunté llorando - ¿por qué no puedo encontrarle? Ya han pasado dos semanas y no tengo ni una miserable pista de dónde está o de si está bien.

~ Natsu... - me llamó Rogue y sé, que tampoco sabía qué decirme en este preciso momento, porque no había nada que pudiera animarme a no ser que fuera ver a Gray entrando por esa puerta – No lo sé Natsu, no sé donde está, pero estamos buscando, en algún momento le encontraremos.

~ Son dos semanas Rogue – le dije - ¿Cuánto tiempo dan por vivo a un desaparecido? – le pregunté aunque sabía la respuesta y Rogue también la sabía – ¿Creen que está muerto, verdad? Por eso no le están buscando con tanto interés como hacían los primeros días.

Rogue apagó el grito y agradecí en parte que dejase de caerme aquella agua congelada, pero me sorprendió cuando Rogue se abalanzó sobre mí y me abrazó. Supongo que a veces las acciones son mejor que las palabras y es que Rogue, no se sentía capaz de afirmarme lo que le acababa de decir. Ambos sabíamos que tenía razón aunque no quisiera decírmelo directamente.

Enamórame (Fairy Tail, Natsu-Gray, Jellal-Loke, Sting-Rogue)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora