Capitulo 4

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Justin salió de detrás de la batería, ambos muslos cansados por la fatiga. Estiró su espalda adolorida haciendo una mueca mientras se torcía hacia un lado. Treinta años más joven y con seguridad podría decir que estaba demasiado viejo para esta mi.er.da. Jack le lanzó una toalla de mano, y Justin se limpio el sudor de su cara.

-Gran Show, hombre -dijo Jack. Él tomo la toalla y le ofreció a Justin un puñado de baquetas para lanzar a la audiencia.

-Gracias.

Justin se unió con sus compañeros de banda en la parte delantera del escenario.

Lanzo una docena de baquetas contra la multitud, hizo una reverencia a los gritones fans, y se fue derechito para el vestuario. Necesitaba una cerveza, una siesta y una ducha, no necesariamente en ese orden.

-No te olvides que tenemos un after-party esta noche -dijo Owen cuando encomendaba su bajo a un encargado del equipo, mientras que otro desconectaba el trasmisor inalámbrico.

Justin había olvidado el after-party. Eso quería decir que lo primero en su agenda tenía que ser una ducha. Nadie quería olerlo después de haber estado nadando en su propio sudor por horas. Y tal vez si un pedazo de cu.lo caliente le llamara la atención en la fiesta, agregaría echar un pol.vo a su lista de prioridades.

-Nos vemos allí -dijo Justin y se dirigió al vestuario para ducharse.

El vapor del agua se sentía como el cielo contra su cansado cuerpo. Considero olvidar la fiesta y pasar el rato solito en la ducha durante toda la noche. Su litera en el autobús de gira cantó una canción de sirenas a su agotado cuerpo. Justin estaba orgulloso de ser conocido como uno de los más rápidos bateristas del rock, pero su estilo agresivo desgastaba su cu.lo en todas las presentaciones en directo. Aun así, sabía que los chicos le darían el infierno si no hacia acto de presencia en la fiesta, así que mostraría su cara durante cinco minutos, tomaría una cerveza, y luego tomaría esa siesta. Sólo. Estaba demasiado exhausto para perseguir un cu.loesta noche.

Encontró su bolsa entre el montón de equipaje de noche de la banda y lanzó un par de pantalones vaqueros muy gastados, una camiseta, sus botas favoritas. No se molestó en peinar su cabello todavía mojado, ya que tenía planeado ir a la cama pronto, así que tiró de su gorra de beisbol y se dirigió a la sala de conferencias al final del pasillo. La sala estaba llena de pared a pared por los invitados.

Justin se dirigió a la barra. Una cerveza. Eso era todo lo que necesitaba para relajarse, y entonces podría desaparecer. Hizo un concertado esfuerzo para saludar a todo quien lo reconoció. Estrechar la mano. Detenerse para una foto. Sonreír y demás mi.er.das. Firmar un autógrafo. Reírse de bromas. Aceptar elogios. Disfrutar de la emoción. Buscar los rostros familiares de sus compañeros de banda en un mar de extraños e intercambiar gestos de reconocimiento. Finalmente llegó a la barra.

-¿Corona? -preguntó Jordan.

Sabía condenadamente bien qué es lo que Justin quería. Había estado en el equipo durante todo el verano.

-Sí.

Jordan desapareció debajo de la barra y salió con una botella. Abrió la tapa y se la entregó a Justin, quien tomó un largo trago. Lo bajó lento. Cosa buena.

Captó un movimiento de reojo, y volvió la mirada hacia la pieza de dulce cu.loa su lado en el bar. Largos rizos castaños cayeron a mitad de la espalda, y los vaqueros se adherían a la curva del trasero de manera más modesta. Sandalias de tacón acentuando sus largas piernas, que se verían perfectamente envueltas alrededor de sus caderas. Si la parte delantera medio se veía tan espectacular como la trasera, estaría muy interesado en colgar alrededor un poco más de tiempo. No estaba tan agotado.

***

__(tn) tomó el vaso de whisky de la mano de Nikki.

-Has tenido suficiente. -A pesar de que habían llegado en el auto de Nikki, __(tn) se dio cuenta que sería la conductora designada esta noche, por lo que había dejado de beber después de un Martini de manzana. Tenían un viaje de tres horas sólo para llegar a casa. Pero mientras __(tn) mostraba compostura, Nikki usó la barra libre a todo su potencial. Ella ya había pedido uno de todo, pero cada vez que Shade reía o decía algo lo suficientemente fuerte como para que ella lo oyera, Nikki pedía otra copa.

Nikki robó una mirada por encima del hombro de __(tn) a su actual obsesión, quién aún no se había fijado en ella. Probablemente porque estaba parada fuera de su línea de visión. Su falta de atención tenía a Nikki reviviendo su días de fiesta universitaria, emborracharse, dormir con un im.bécil, despertar sin saber dónde estaba, llamar a __(tn) para que viniera por ella, llorar en el hombro de __(tn), comer helado de chocolate, enjuagar y repetir. __(tn) había pensado que Nikki había finalmente superado el patrón. Al parecer, no.

La paciencia de __(tn) estaba en su límite. Nikki se había comportado como una lunática para llegar a los bastidores y ahora era demasiado gallina para acercarse siquiera al tipo. Tal vez si __(tn) la presentaba a Shade antes de que se echara a perder por completo, ella no empezaría arrojándose a sí misma a la po.lla más cercana, la que pasaba a estar adjunta al camarero grasiento. Decidida a que su amiga fijaría su vista en el hombre de carne más atractivo, __(tn) la tomó por el brazo. Sabía que Nikki se lamentaría por los próximos treinta años sobre cómo había perdido su oportunidad si por lo menos no hablaba con Shade.

-Espera, espera -declaró Nikki mientras __(tn) la arrastraba lejos de la barra- Necesito comprobar mi maquillaje primero.

Cuando __(tn) se detuvo delante del vocalista de Sole Regret, el codo de Nikki comenzó a temblar incontrolablemente en su mano. Shade se

detuvo en mitad de una frase, su hermosa cara se volvió en su dirección, y luego tomó un trago despreocupado de su cerveza. __(tn) vio el movimiento de su manzana de Adán mientras tragaba. No podía decir con seguridad si tenía su completa atención porque todavía llevaba gafas de sol. Adentro. Por la noche. Era más alto de lo que había imaginado, sobre un metro ochenta, y corpulento.

Entre todo el alcohol y las mujeres, __(tn) se preguntó cómo él encontraba tiempo para hacer ejercicio. Pero tenía que hacerlo. Pantalones de cuero negros se aferraban a musculosos muslos, y su camiseta blanca se esforzaba por contener su bien definido pecho mientras él movía su botella de cerveza lejos de su sensual boca.

Pruebame(hot) justin&tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora