2-Sueños que atacan

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Caí prácticamente muerto en un sueño que jamás esperé, abrí los ojos y allí estaba, la chica más hermosa que he visto en mi vida, me hacía señas para que me levantara del piso y corriera por mi vida, al fondo lograba divisar una nave y el resto envuelto todo en llamas.

Lo primero que hice fue reaccionar rápido y salir corriendo de la mano con ella, me levanté tan rápido del suelo que veía todo en negro, y mi mente se sentía revuelta.

—Tienes que correr, de otro modo nos atrapará un sueño.
—¿Después de hacerlo me podrías explicar por qué razón no estoy en mi cama?

Me miró de reojo y luego me ignoró, pasamos por muchos escombros, hasta llegar a una especie de puerta (también envuelta en llamas) que cruzamos y caímos por una montaña rodando.

—¡¿Ya me podrías decir donde carajos estamos?!
—Elisya
—¿Elisya?
—Si, es una ciudad, una ciudad de pesadillas, hasta que los sueños tomaron el control.
—¿Eso es malo?
—Si, sobrevivimos comiendo lo que logramos encontrar en el bosque oscuro, el bosque claro es demasiado peligroso para entrar, pero los sueños han tomado el control, así que no podemos entrar en ninguno de los dos, si lo hacemos podríamos morir, pero si no lo hacemos moriremos de hambre.
—Y ¿por qué estoy aquí?, hace un momento estaba durmiendo en mi habitación.
—Cumpliste 17 hoy, ¿cierto?
—¿Cómo lo sabes?
—Muy pocas personas del mundo humano son capaces de entrar aquí, tienen habilidades que los hacen únicos, los llamamos Durmientes, desde los 17 años en adelante cada noche despiertan en éste mundo, nadie de aquí ha ido jamás al tuyo, aunque admito que tengo interés en ir.
—¿Quieres decir que ahora cada noche de mi vida despertaré aquí?
—Exactamente.
—No puede ser cierto—digo mientras desesperadamente trato de hacerme daño para despertar en mi cama, pero no sirve de nada—.
Me siento mal, siento que algo me recorre la garganta, luego me agacho para vomitar, y finalmente desmayarme cayendo encima de pasto seco.

Al despertar de nuevo, veo a la chica nuevamente, mirándome fijamente, y luego voltea a mirar una fogata que seguramente hizo, cerca de nosotros.

—Definitivamente, estoy atrapado aquí...

Sueños Oscuros, Claras PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora