17-La Academia

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Al llegar vemos un edificio muy alto, que tiene el emblema de dos espadas cruzadas diagonalmente hacia abajo, veo muchos hombres que cuidan el edificio desde las alturas, francotiradores seguramente. Entramos y vemos a una señora alta, con cara de autoridad, estaba regañando a todo pulmón un par de soldados, los cuales se veían temerosos ante su simple presencia.

—Cómo me salen con que han perdido las provisiones???!!!

—Capitán, alguien las robó, fueron los sueñ...

—Y cómo fue que se las pudieron robar si iban tantos reclutas contigo?!

—Nos tomaron por sorpresa, lo juro. Lo lamento.

—No quiero tus disculpas, QUIERO LAS PROVISIONES PERDIDAS, PAR DE IMBÉCILES!!!, RETIRENSE YA MISMO DE AQUÍ!!!

—Si, señora —dicen en coro y se marchan. Ella nos voltea a mirar.

—Y ustedes quiénes son?!

—Soy un durmiente, una amiga también durmiente se cayó por un barranco, estaba mal herida, nos dijeron que podíamos hospedarnos aquí.

—No es posible que sean durmientes, todos murieron menos el general Nuk.

—Lo somos, se lo juro.

Entonces al no creernos, agarra mi brazo y quita la manga de mi saco, una marca!!!

—Si, eres un durmiente, pero no puedo creer que haya más, su poder es legendario en todo el país.

—Entonces, si podemos hospedarnos?

—Así es, pero tendrán que hacer lo mismo que los soldados, mismo trabajo. Ahora, sáquense de mi vista.

Seguimos a los soldados que habían regañado, ellos nos prestaron unos guantes, un traje y unas botas.

—La capitana ha tenido muy malas noticias últimamente, no es su culpa que la guerra esté peor que nunca —comentó uno de los soldados.

—La verdad me la imaginé un poco más comprensible, pareciera que siempre quisiera matar a alguien por cualquier razón —comenta Huk.

—Ella era Pemy, no es así? —pregunto.

—Si, tiene más medallas de las que tendrá cualquiera, sin embargo sólo hay un general y jefe, y el actual es Nuk, cuando él se retire todos los capitanes se reunirán para discutir el puesto de general y jefe.

—Ya callense y empiecen a trabajar! —dice un tipo con uniforme militar.

El trabajo no es tan duro, movemos piezas metálicas, transportamos provisiones, limpiamos habitaciones que están poco aseadas, no es mucho, parece que aquí estaremos bien.

En la noche, nos dan una buena comida y nos dan unas camas muy cómodas.

—Sabes?, creo que he estado en éste mundo por largo rato, pero sigo descubriendo cosas cada noche —miro la marca de mi muñeca, una marca circular, como si fuera una cicatriz— . No lo sé, tal vez me quede más tiempo, aunque sí me gustaría poder decidir cuándo vengo a éste mundo, y cuándo no.

—Bien por ti.  

—Y tú, quieres volver a éste mundo?, Huk.

—Tal vez después, creo que ya entiendo lo que es despertar aquí, además prefiero tener sueños normales.
—Como quieras...

Sueños Oscuros, Claras PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora