14-El Barranco

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Lo intenté superar por el resto del viaje, después de todo, no fue culpa de nadie, creo que no es necesario decir que July no me habló por el resto del viaje. Caminamos por un barranco desde hace horas.

Shay debe saber algo, porque tampoco me habla. Quiero decir algo para aliviar la tensión, pero creo que no se me ocurre nada...

—Falta mucho para la capital? —suelto por fin.

—Unos 7 días, realmente —dice Shay, mira a July— . Aunque con los pasos de alguien con una estatura como la de tu amiga, sería difícil decirte.

—Cállate!!!, maldita escalera con piernas.

—CUIDADO!!! —dice mientras July y yo notamos que vienen hacia nosotros unos rayos negros por doquier.

Los esquivamos, y vemos a todo un ejército al otro lado y arriba de nosotros, pero logro ver que ya casi alcanzamos el final del camino.

—Ya casi llegamos al final, corramos!!!

Corremos hasta el final, aunque nos tardamos un poco porque llevábamos a alguien en carreta, íbamos corriendo cuando July empuja a Shay, que llega al final a salvo, pero debajo de nosotros caen un par de rayos negros y nos hacen caer por el acantilado.

—Shay!!!

—Dray!!!

—Te veré en la capital, te lo juro!!!

Al despertar, estoy en la fiesta, ya la mayoría de las personas se fueron, incluyendo a July. Voy a la casa de Huk y le cuento lo sucedido.

—Cómo es que una chica te dice que le gustas y tu no le dices que se corresponden?!

—No sería correcto decirle que me gusta sin que lo haga.

—Te envidio!

—Cállate.

Jugamos en su consola de videojuegos por unas horas, y entonces llamo a mi casa para preguntar si me dejarían pasar la noche en la casa de Huk.

—Mañana te regresas más temprano para recoger tu maleta.

—De acuerdo.

—Nunca se te ocurrió que pudiste aceptar y tener novia más rápido de lo que yo lo haré en años?

—La verdad dudo que tengas novia en una oportunidad.

—No arruines mis esperanzas.

—Sólo digo los hechos obvios. Ya tengo sueño, hay una cama para mí?

—No, creo que tendrás que dormir en el suelo.

—No dormiré en el suelo.

—Puedes dormir conmigo...

—No, ni lo pienses, jamás lo haré, me niego...

No sé qué odio mas, el hecho de que me enfermé durante la fiesta y no puedo dormir en otro lugar que no sea una cama, o el hecho de tener que dormir en la misma cama con el estúpido de Huk.

—Sabes, tú puedes dormir en el suelo y yo en la cama para no tener molestias.

—Pero no podría disfrutar el hecho de que no tuviste otra opción.

—Cállate.

Nunca creí que pudiera pasar lo que ocurrió esa noche...

Sueños Oscuros, Claras PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora