Capítulo 20

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Se escuchó que gritaron desde la sala.

-Mierda, es Kaylee.

-Que se vaya a la mierda, sigue.- Le pedí.

Me miró riendo y negó con la cabeza, sin embargo continuo con lo que hacía y me tapó la boca.

Lanzó un suspiro y volteaba a ver la puerta de la habitación.

Esto de hacerlo a escondidas nos estaba poniendo más calientes a los dos.

-Mierda, me voy a venir.- Me dijo y entró con fuerza de repente.

Lo hizo un par de veces más y rasguñé su espalda.

Finalmente terminó y me dio un hermoso y largo beso.

-¿Ross?- Volvió a gritar Kaylee.

-Estoy en el baño.- Respondió él, mientras nos poníamos de pie.

Me lanzó mi ropa y mi bolsa y me metió en el enorme armario junto al baño de la habitación.

Me vestí deprisa y Ross corrió a abrir la llave de la regadera.

Recogió su ropa que había terminada tirada por todos lados y la echó en un cesto con ropa sucia.

-Ni se te ocurra hacer ningún ruido porque nos metemos en un lío.- Me dijo Ross riendo mientras me escondía entre sus chamarras.

-¿De quien fue la idea de todo esto, Señor Venganza?- Le respondí.

Me miró sonriendo mientras se metía a la regadera y se mojaba un poco.

-Ya quédate quieta, saldré con Kaylee a la sala, le diré que me estaba duchando y la llevo a la cocina y tú te sales corriendo. ¿Entendiste Noah?

Me dijo explicando su plan.

Reí y asentí en voz baja.

Las gotas resbalaban sobre el abdomen de Ross.

Se veía mucho más apetecible así.

Me dieron ganas de entrar y seguir haciéndolo con él.

Que Kaylee se jodiera.

-¿Cielo? ¿Ross, donde estás?- Preguntó Kaylee de nuevo.

Puse los ojos en blanco al escucharla.

Ross se estiró después de mojarse por un buen rato y tomó una toalla.

Se la amarró a la cintura y me recordó el plan.

Le di un beso antes de que saliera del baño y luego me quedé quieta.

-Estaba en la regadera, apenas te escuché.- Alcancé a oír lo que le dijo Ross.

Luego siguieron con una plática y Ross le pidió que le hiciera algo para almorzar.

Escuché que ambos caminaron a la cocina y Ross cerró la puerta.

Salí corriendo del armario con mis cosas y llegué hasta la puerta.

La abrí con cuidado y luego me esfumé de ahí.

[...]

Saqué un par de jeans y los metí a la maleta.

Escuché que Jacob me hablaba desde la cocina.

-Cielo, ¿cómo cocino esto?

Dijo en voz alta.

Lancé un suspiro algo fastidiada de él.

-No lo sé, ahí están las instrucciones. Jacob, es un maldito burrito de microondas.

Le respondí molesta.

-No entiendo las instrucciones.

Me respondió.

Vino a la habitación y se quedó inmóvil en la puerta cuando se dio cuenta de que estaba empacando varias cosas en una maleta.

-¿Viajarás?- Me preguntó confundido.

-Tengo un evento de repostería internacional, con bastantes chefs importantes.

Le respondí sin hacer contacto visual con él.

-¿Y por qué no me habías dicho nada?- Me preguntó.

-Porque había estado demasiado ocupada.- Le dije.

Me miró confundido.

-¿Y cuando nos vamos?- Lo miré con una sonrisa.

Reí por lo bajo y negué con la cabeza.

-Me voy, más bien. Mañana, temprano.- Le dije, sin decir más.

-¿Qué? Siempre te acompaño a esos eventos Noah.

Me dijo sonando molesto.

-Solamente puedo ir yo Jacob, además, yo no te acompaño a todos tus viajes y no te ando haciendo un interrogatorio.- Le respondí, igual de molesta que él.

-Pues debo de ir contigo, debo de cuidarte.- Reí.

-No necesito que vengas conmigo, déjame en paz.- Le respondí.

-¿Por qué te comportas así conmigo? Desde hace días estás diferente.

Me gritó de repente.

Tenía que controlarme antes de que le gritara toda la verdad.

Lancé un suspiro.

-Solo estoy cansada, tengo este importante evento y quiero usar este viaje para mí sola. Necesito descansar de todo, del trabajo, de ti, Jacob.

Le dije de repente.

Me miró en silencio unos segundos.

-¿Cansada de mí? No me hagas pensar otras cosas Noah.

Me dijo enojado.

Aventó un retrato que estaba sobre el tocador.

Haciendo que el cristal saliera por todas partes y quedarán esparcidos en el piso.

Lo miré y negué con la cabeza.

-¿Pensar otras cosas de qué Jacob? ¿Por qué te preocupas tanto? ¿Qué acaso estas haciendo algo malo en nuestra relación y tienes miedo que te haga lo mismo?

Le grité de repente y le aventé un zapato que estaba guardando.

-¿Qué rayos te sucede?- Me respondió molesto.

Tomó el zapato y lo puso sobre la cama.

-No tengo nada Jacob, llego a casa tranquila, después de un día normal y luego llegas tú y empiezas con estupideces.- Le grité.

Guardé el zapato de nuevo y cerré la maleta finalmente.

-Pues yo tampoco tengo nada, y no sé a que te refieres con lo que me dijiste hace un momento.

Me dijo en voz alta.

Necesitaba calmarme o iba a explotar.

Explotarían las cosas y eso sería bastante malo.

-Solo déjame en paz, déjame irme tranquila. 

Le dije de repente, intentando calmar la discusión.

Salió molesto de la habitación azotando la puerta.

Me senté en la cama y respiré profundamente.

Esto estaba por salirse de control.

Las cosas estaban bastante mal ya.

No sabía cuanto tiempo iba a poder seguir fingiendo más.






***

¡He vuelto! Me encanta ver todos los comentarios que ponen de la novela, me alegran el día.

En la multimedia, una foto de la estúpida de Kaylee Williams (Hayley Bui).

-FeernandaR5.

VENGANZA // Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora