Capítulo 30

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Narra Ross [...]

Decidí tranquilizarme.

Mucho antes de ir con Kaylee y hablar con ella, debía de pensar bien en todo lo que le diría.

No me podía sacar de la cabeza el hecho de que justo ahora Noah estuviera hablando con Jacob a solas.

Di unas vueltas en el auto por toda la ciudad, sin saber a donde carajos iba.

Pensé en ir a hablar con mi hermano Rocky.

Pero luego lo pensé dos veces, preferí seguir dando vueltas hasta pensar las cosas.

No había tenido ni una llamada de Noah en el resto del día.

Solo esperaba que hubiera tenido las agallas de decirle todo a Jacob.

Regresé a casa a punto de que anocheciera.

Estacioné el auto afuera del edificio y después entré.

Llegué al departamento y entré, quedándome atónito.

Estos dos no podían ser más estúpidos.

Reí en cuanto vi a Kaylee y a Jacob hablando en la sala.

Se detuvieron a mirarme y entré, azotando la puerta detrás de mí.

Kaylee parecía que tendría un infarto.

Noté que se puso nerviosa pues intentó evitar mi mirada.

Agachó la cabeza y se llevó las manos a la cara.

-¿Qué haces aquí? De verdad solo espero que Noah te haya corrido de su casa.

Le dije a Jacob.

Me miró riendo y luego miró a Kaylee.

-Es asunto que no te importa, imbécil.- Reí.

¿Cómo se atrevía a responderme así?

Sus mentiras y su teatro se estaban cayendo poco a poco.

Y todavía se atrevía a retarme.

-Quería hablar contigo a solas, pero ya que está tu maldito perro aquí...Lo haré así, más rápido.

Le dije a Kaylee.

-Ross.- Me dijo de repente.

Por fin se dignó a mirarme.

Tenía los ojos llorosos y noté que respiraba agitada.

-¿Cómo me llamaste idiota?- Dijo Jacob, acercándose a mí.

Cerré los puños.

Ya estaba bastante enojado, y si no lo había golpeado frente a Noah, fue por respeto.

Estaba en casa de Noah y no ocasionaría destrozos ahí.

Pero ahora estaba en mi departamento, y digamos que lo que Kaylee pensara me importaba un carajo.

-¿Eres un maldito perro faldero no? ¿Su cajero automático? ¿Su juguete? ¿O por qué lo hiciste Kaylee? ¿Lo quieres, mínimo lo quieres un poco de como me querías a mí?

Le grité.

Jacob me empujó.

-No le grites.- Lo miré riendo y solté una carcajada.

-Ni siquiera sé que mierda haces en mi departamento, así que lárgate.- Le respondí.

Me encargué de devolverle el empujón.

Y entonces, se me vino encima.

Me dio un puñetazo en la cara y le respondí.

Kaylee gritó que nos detuviéramos.

VENGANZA // Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora