Un café por favor, en una tarde lluviosa que nos obligue a refugiarnos bajo el mismo paraguas, caminar con los brazos entrelazados y quizás aventurarnos a tomarnos de la mano.
Un café en un rinconcito de la ciudad, en un recinto donde la luminosidad sea casi innecesaria, sólo la suficiente para poder percibir nuestras miradas y donde apenas se escuche una suave música de jazz.
Un café con el ánimo de charlar por horas, con el afán de ir conociéndonos, descubriendo nuestros gustos y aficiones, compartir sonrisas y hasta carcajadas.
Un café sin azúcar, que lo dulce ya lo pondremos nosotros en un beso, ¿o dos?, ¿o tres?, quién sabe cuántos, pero con la certeza de que nuestros labios habrán de buscarse.
Un café con sabor a bienvenida, con la posibilidad al alcance de la mano y los miedos bien amordazados, acallándolos para evitar caer en su trampa.
Un café con planes de estadía permanente, con la valentía de comenzar a construir sueños compartidos, sin limitaciones y vistas al futuro.
Esa es mi invitación para ti.
¿Qué dices?
¿Me aceptas un café?
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Una historia de desAMOR
PoetryPorque hay historias de desAMOR que merecen ser contadas. Esta es una recopilación de poemas, frases y pensamientos que constituyen una parte de mi historia. Espero que encuentren algo de su agrado en este pequeño poemario, el cual también decidí au...