A TODAS HORAS

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Yo te extraño todo el tiempo,

al despertar, cuando noto la cama vacía

y no puedo palpar la calidez de tu cuerpo.


A las nueve de la mañana, cuando desayuno

y me pregunto qué estarás haciendo,

si acaso habrás comido algo o estarás rebosante de trabajo,

pegado a papeles o a lo qué sea que te mantiene lejos.


En las tardes de verano, cuando me quejo del calor

y no estás para decirme que me despoje de la ropa.


En los días de lluvia, cuando me quedo a cubierto

pues tu voz no me apremia a salir y empaparme.


Cuando empieza a anochecer y me pongo a pensar

que tendré que ir a dormir sola otra vez,

y si para colmo hace frío hasta el corazón se ralentiza.


En cada madrugada que está llena de silencio,

cuando mis manos se sienten ansiosas de acariciarte

pero no estás para hacer el amor.


En fin, yo te extraño a todas horas ¡y es tanto!,

que no consigo realmente vivir hasta que llegas tú.

Una historia de desAMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora