NIÑA BUENA

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Ella es una niña buena, de esas que aman incondicionalmente y siempre llevan el corazón en la mano, dispuesta a entregarlo todo, sin importar si la otra persona es merecedora de ese cariño sincero. Ella es así, actúa podría creerse sin pensar, pero lo cierto es que lo analiza todo e inicia siempre una relación mirando hacia el futuro, con la idea de que todo saldrá bien y que, esta vez, no habrán de lastimarla.

Sueña la mayor parte del tiempo, no puede evitarlo, pues su vida se sustenta de ilusiones, de suspiros se alimenta su alma, y va por allí, caminando bajo la lluvia, sintiendo cada fría gota y sonriendo cada vez que brinca un charco.

Ella es una amiga incondicional, de las que escucha, ayuda, apoya. La que muchas veces hace de psicóloga y terapeuta. La que busca curar corazones demasiado maltrechos que no tienen remedio porque ella siempre tiene la esperanza de que vuelvan a latir, latir por ella, tal y como se lo prometieron, así que se queda. Inclusive cuando todo comienza a derrumbarse se niega a emprender retirada, porque sería aceptar otro fracaso, hacer maletas de nueva cuenta llenándola de promesas no cumplidas.

Ella, en realidad, es la chica que todos desean, la que supera las expectativas, tan cercana a la perfección que muchas veces asusta y saca a relucir las peores inseguridades de otros, y entonces la juzgan y buscan opacarla, apagar su luz y algunas veces lo logran, y ella empieza a dudar de sí misma, se detiene pensando en si será lo suficiente para que ese hombre la quiera, cuando lo cierto es que él no alcanza a merecerla.

No es culpa de ella, sólo que tropieza con las personas equivocadas, con gente vacía que regularmente no vale la pena, pero ella se empeña en hacer que las cosas funcionen y ahí se le desgasta el corazón y el alma. Ella es una niña buena, de esas que no dudan, sino más bien mantienen la esperanza, no obstante, siempre hay un punto de quiebre, un límite que llegados a cierto momento resulta inevitable traspasar.

Se rumora que ella era una de esas niñas buenas, de las que ya no abundan, sólo que se cansó de llorar, así que ya no va por ahí remendando corazones, ahora ha preferido destrozarlos.

Una historia de desAMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora