TUYA

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A mí el amor me encontró

mirando tus ojos por primera vez.

Sonreíste y estuve perdida,

fue imposible no sucumbir

ante tu silueta,

y ante esa boca tuya

que prometía no sólo dulzura

sino ardiente porvenir.

Cuando quise reaccionar

ya era muy tarde:

ya era tuya.

Una historia de desAMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora