Amy no había podido regresar a trabajar ese día, no quería que sus colegas vieran que había llorado, no estaba dispuesta a dar explicaciones a nadie. Llamó al laboratorio e informó que no se sentía muy bien. Amy era muy responsable y nunca faltaba a su trabajo, así que su jefa le dio el día libre sin ningún problema, deseándole que se recupere pronto.
Sus ojos verdes, en otras ocasiones vivaces se encontraban ahora empañados por las lágrimas. Se sentía derrotada, ridiculizada como en sus años de adolescencia, era "Fowler dedos de gorila", otra vez.
Había confiado en Sheldon, se había dejado llevar por sus sentimientos, por no sentirse sola, por tener una esperanza. Nunca imaginó que él podría engañarle, pero la realidad era otra, ella misma había oído la conversación de Sheldon y Kripke, sobre una mujer con la que "tenía tanto coito que no le quedaba tiempo para nada".
Amy cerró la puerta de su departamento y se dirigió a su habitación. Abrió su ropero y sacó su pijama de franela color rosa con puntos blancos. Se sentía cansada y pensó que darse una ducha le ayudaría.
El agua estaba muy caliente, así le gustaba. El vapor de la ducha le envolvía, no quería pensar en él, pero cerraba los ojos y ahí estaba. Sus labios delgados, su piel pálida y casi sin imperfecciones. Los ojos de un azul indescriptible y ese cabello fino y suave. Vaya que es lindo, pensaba.
Sí, Sheldon no era solamente su novio, era el mejor novio que pudiera imaginarse. Pensaba en todas las mujeres que darían cualquier cosa por tenerlo. Quién se lo había quitado?. Sería Alex, la asistente?. Si esa mujer había intentado interponerse entre Leonard y Penny, era capaz de todo.
Sería alguna de las estudiantes de la universidad?, sabía que le perseguían, le admiraban, algunas se le acercaban pero él era tan "inocente" que no entendía sus insinuaciones, o sí?, Amy no supo cuánto tiempo pasó en la ducha, salió finalmente y se colocó su pijama.
Pensó en llamar a Penny para hablar con ella pero aún no estaba preparada para conversar con nadie. Caminó hasta la cocina y sacó de la alacena una botella de vino blanco que se salvó de la última noche de chicas.
Se sirvió una copa. Quería que su cerebro descansara por una noche, se desconectara. Ya había tenido suficiente de toda la actividad de la dopamina, oxitócica, adrenalina y demás neurotransmisores que habían convertido su otrora lúcida mente científica en un remolino de emociones pueriles, infantiles.
Un poco de música, algo para no sentirse tan sola en su departamento vació. Prendió su equipo de sonido y comenzó a escuchar la primera canción que sonó.
"And I wonder if I ever cross your mind. For me it happens all the time...", la melancólica canción no hacía más que incrementar su despecho. Se preguntaba si a Sheldon le importaría su dolor. Probablemente no, él era tan egoísta.
Un relámpago iluminó la sala de su departamento. Había comenzado a llover, muy, muy fuerte, Amy se acercó a la ventana, el cielo se encontraba completamente nublado y oscureció de repente aunque eran apenas las cinco de la tarde.
─ A tu salud sistema límbico, Amy levantó su copa ofreciendo un brindis por la región del cerebro que controla las emociones.
Alguien tocó a la puerta, el característico toque de puerta de Sheldon, tan sugestivo de Síndrome obsesivo compulsivo, la hizo volver a la realidad.
Se limpió las lágrimas que corrían en sus mejillas con el puño de su pijama rosa. Apagó el equipo de sonido.
─ Knock, knock, knock, Amy; knock, knock, knock, Amy; knock, knock, knock, Amy, abre la puerta por favor. Sé que estas ahí, tu auto está en el estacionamiento del edificio y escuché música. Abre.
Amy no sabía qué hacer, quería abrirle la puerta y abrazarlo, o mejor darle una bofetada, quería que se marchara, no, no que se quedara con ella.
Amy se acercó a la mirilla de la puerta y vio a Sheldon que estaba parado ahí, esperando a que le abran, con su chaqueta rompe vientos. Estaba totalmente empapado, debió haber caminado en plena lluvia.
Amy quiso abrirle la puerta pero se contuvo, se sentó en el sofá y comenzó a llorar, se sentía tan tonta. Trató de contener sus lágrimas pero era imposible, se acostó en el sofá y miró hacia el techo.
─ Knock, knock, knock, Amy; knock, knock, knock, Amy; knock, knock, knock, Amy, abre la puerta, no voy a irme de aquí hasta que me des una explicación, qué está pasando?
─ Crees que estoy molesto porque sabes que no me gustan los regalos y aún así me regalaste el tren a escala que tanto quería? No es así?
Amy se cubrió los oídos con las manos pero aún así podía escucharlo. Sheldon continuaba tocando la puerta.
─ Amy, me pareció un regalo magnífico, dijo Sheldon. Abre la puerta. Voy a seguir tocando, los vecinos van a molestarse Amy, creía que respetabas las reglas de la convivencia en la sociedad.
Amy se acercó a la puerta nuevamente y vio a Sheldon sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared del corredor frente a su departamento.
─ Amy sé que estás viéndome por la mirilla, no me voy a ir hasta que me abras la puerta. Sabes que detesto sentarme en el suelo.
Amy se levantó del sillón y entró al baño, se miró al espejo, y se lavó la cara. Respiró hondo.
Caminó de un lado a otro en la sala, no sabía qué hacer, abrir la puerta, decirle que se vaya, que salga de su vida de una vez por todas, llamar a la policía, que iba a hacer?
Sheldon pensaba y pensaba, no podía entender el comportamiento de Amy, para decir la verdad, no podía entender su propio comportamiento, por qué seguía ahí esperando que le abriera la puerta, por qué no se alejaba de ahí y ya?
De repente, la puerta se abrió y ahí estaba Amy, su rostro la delataba, había llorado, mucho. A Sheldon le costaba reconocer la emociones de otras personas pero esto era particularmente evidente, que había pasado?
─ Amy por qué estas llorando?, preguntó. Te duele algo?
─ No sabes por qué? Haz un poco de memoria, recuerdas tu conversación con Kripke?, dijo Amy desviando la mirada para no verse derrotada.
─ Tú... escuchaste mi conversación con Kripke, Sheldon habló entre dientes, mientras se mordía el labio inferior y su párpado derecho temblaba.
─ Sí, lo escuché, quién es esa mujer con la que "estás teniendo tanto coito que no tienes tiempo para nada", Amy soltó estas palabras que habían estado aprisionándole el corazón toda la tarde. Cruzó los brazos y le dio la espalda a Sheldon.
─ Ah, eso es lo que pasa, Sheldon se dio cuenta del malentendido.
─ Sí, eso pasa, seguramente es una mujer más guapa, más inteligente, más divertida, mejor que yo, no es así?
─ No, claro que no, explicó mientras ponía su mano derecha en el hombro de Amy, haciendo que ella se diera la vuelta para mirarlo.
─ No hay nadie en el mundo con esa descripción, porque... no hay nadie mejor que tú Amy Farrah Fowler, continuó Sheldon, mirándole a los ojos, pasó la mano por su mejilla izquierda, atrapando una lágrima que se le escapaba a Amy.
Sheldon se sintió valiente, sintió que debida demostrar que sus palabras eran verdaderas. Dio un paso hacia adelante, puso su mano derecha suavemente en el mentón de Amy y acercó sus labios a los suyos en un tierno beso.
Amy no sabía si esto era un sueño, pero durante esos maravillosos segundos, podía jurar que su corazón se había detenido por un instante.
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💞La Suma de las Posibilidades💞Shamy💞
Fanfiction💞Cuando Sheldon admite la posibilidad de que su relación con Amy avance a un plano físico, qué le deparará el destino a la pareja poderosa de Pasadena? Original History: kcooper73 Esta historia me encanta Terminada