💞La Suma de las Posibilidades💞Shamy💞

💕Capítulo 39

Amy y Sheldon se encontraban en aquella sala de espera decorada con paredes de color rosa pálido y blanco, muy nerviosos, con la expectativa de ser llamados al consultorio del Doctor James Bowen.

Sheldon se balanceaba de manera incómoda en su sillón, revisando su reloj cada 3 minutos, y sosteniendo firmemente la mano de Amy que hojeaba una revista, sin prestar la menor atención en su contenido.

"Se está demorando, debo decir que no me agrada mucho el ginecólogo que elegiste", comentó Sheldon mirando su reloj una vez más.

"El Dr. Bowen? Él siempre ha sido mi ginecólogo, me conoce desde hace tiempo, por qué habría de elegir otro?, preguntó Amy un tanto extrañada por el comentario de su novio.

"Sé que suena ridículo, pero no me agrada que tu doctor sea... hombre, no me siento cómodo con eso", Sheldon le susurró al oído.

"Ah, ya veo!. No tienes nada de qué preocuparte, el Dr. Bowen es muy bueno y muy profesional", Amy le dio un tierno beso en la mejilla, y luego con su dedo pulgar frotó suavemente el rostro de Sheldon para limpiar la marca de lápiz labial. Aunque la reacción de su novio era totalmente injustificada; se sentía halagada al saber que Sheldon estaba celoso.

"Amy Farrah Fowler", la enfermera llamó a Amy para chequear sus signos vitales. La pareja se levantó rápidamente de su asiento para ingresar al consultorio donde la enfermera pesó y midió a Amy.

"Cómo está su presión arterial?", preguntó Sheldon con su tono más serio.

"Oh, muy bien, 110 sobre 70", respondió la joven enfermera sonriendo.

"Y cuánto ha aumentado de peso?", preguntó con curiosidad.

"Veamos, desde su visita anterior ha aumentado... mm... una libra", revisó los registros de la cita previa.

"Ha pasado más de un mes desde tu última consulta prenatal y sólo aumentaste una libra? Te dije que no estabas comiendo bien." Sheldon comentó enfáticamente.

"Sheldon!, hasta hace unas pocas semanas, apenas podía comer por las terribles náuseas que tenía, seguro que es por eso" Amy admitió al tiempo que le tomaba del brazo.

"Mírame!, a pesar de eso creo que el bebé ha crecido lo suficiente", añadió mientras acariciaba su vientre y sentía a su bebé moverse de nuevo.

"El Dr. Bowen vendrá en un minuto. Por favor, colóquese esta bata detrás del biombo", anunció la enfermera, mientras se retiraba de la sala.

Amy se cambió de inmediato, para luego sentarse en el borde de la camilla de examinación. "Hace frío!" dijo mientras frotaba sus brazos, hacia arriba y hacia abajo para darse calor.

Sheldon se acercó a ella para abrazarla y tratar de abrigarla un poco. Inclinó su cabeza y acercó sus labios a los de Amy, degustando el dulce sabor de su brillo labial de cereza.

"Mhmm!. Buenas tardes, detesto interrumpirlos pero tenemos una cita pendiente", dijo el Dr. Bowen al ingresar al consultorio. Él era un hombre alto y delgado de aproximadamente 40 años, con el cabello oscuro y ojos color miel, siempre usaba una barba corta tipo candado, muy bien cuidada. Tenía, por cierto, una sonrisa sincera que inspiraba confianza.

"Buenas tardes" Sheldon saludó cortésmente aunque su rostro se encontraba completamente enrojecido por la vergüenza de ser descubierto en esa situación.

"Hola, Dr. Bowen", Amy saludó animadamente, feliz de verlo.

"Hola Amy! Pero qué tenemos aquí? Ya, 24 semanas, cómo pasa el tiempo!." El Dr. Bowen se sorprendió gratamente al notar la progresión que había tenido el embarazo de Amy en estas semanas. El doctor le preguntó a Amy si había tenido alguna molestia últimamente, chequeó además sus exámenes de laboratorio. Todo se encontraba dentro de lo normal. "Ya has sentido moverse a tu bebé?", preguntó.