💕Capitulo 06

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Los labios de Amy tenían un gusto particular, dulce como una manzana acaramelada, y con un toque ácido, tal vez por el vino blanco que había tomado esa tarde. Estando tan cerca de ella podía percibir el suave aroma de su cabello limpio, todavía húmedo por su reciente ducha y su piel suave y tersa. Sheldon aún mantenía los ojos cerrados después de aquel beso que se había atrevido a darle a Amy.

Amy deseaba que el tiempo se detuviera en ese instante, juntos los dos. Los labios de Sheldon, se sentían fríos, quizá porque había caminado bajo la lluvia y permanecía con la ropa mojada. Su aliento sabía a menta. Amy quería que el aroma de talco y loción para afeitar de su cuerpo se quedara impregnado en ella por siempre.

Sheldon abrió los ojos y dio un paso hacia atrás. Levantó la mirada hacia Amy y pudo ver que ella sonreía tímidamente, cubriéndose la boca con su mano.

─ Amy tengo que decirte algo, mencionó el genial físico con un tono solemne, mientras se sentaba en su lugar favorito del sofá de su novia.

"Tengo que decirte algo", la sola mención de esas palabras puso a Amy sobre aviso, tenía miedo de que Sheldon termine su relación, estaría pensando su novio en romper el Acuerdo de la Relación?. Amy comenzó a hiperventilar.

La enamorada neurobióloga se sentó al lado de su novio y lo miró a los ojos. ¿Por qué venía a su departamento a darle un beso para luego terminar con ella?. No tiene lógica, pensó.

─ Amy, cuando tú me escuchaste hablando con Kripke, estaba refiriéndome a tí, sé que nunca hemos tenido un acercamiento físico de naturaleza sexual, pero de alguna manera Barry Kripke dedujo que tú y yo lo habíamos hecho. Simplemente yo no lo desmentí; admitió Sheldon avergonzado por su comportamiento.

─ ¿Quieres decir que todo esto fue un malentendido y no existe nadie más?, preguntó Amy con una renovada esperanza que iluminó su rostro.

─ Exactamente!, respondió Sheldon. Es como aquella vez que tú y yo fingimos haber tenido coito para probar que tan rápido pueden divulgarse los rumores en una sociedad, recuerdas?.

Amy se sintió muy tonta por haberse portado como una dramática adolescente. ─ Ayy, soy tan estúpida, dijo.

─ No eres estúpida, mencionó Sheldon mientras tomaba la mano de su novia. Es mi culpa por no habértelo comentado antes. Y ahora mírame, estoy dejándolo todo húmedo aquí!, dijo Sheldon levantándose del sofá de un solo brinco.

─ ¿Qué estás dejando húmedo qué?, preguntó Amy ruborizada.

─ Tu sofá y tu alfombra, mi ropa está mojada y estoy humedeciéndolo todo, o a qué te refieres tú?, inquirió Sheldon con extrañeza.

─ Nada, nada, dijo Amy. Si quieres puedo prestarte una bata de baño, mientras pongo tu ropa en la secadora.

Amy se dirigió a su habitación para traerle a Sheldon una bata de baño a cuadros. Sheldon se cambió en el tocador y le entregó su ropa a Amy para que la pusiera en la secadora.

No le hacía mucha gracia permanecer en la sala de su novia en paños menores pero si se quedaba con la ropa mojada, seguramente se resfriaría y eso era aún peor.

Sheldon salió del baño vistiendo la bata a cuadros roja y blanca, la cual evidentemente estaba destinada a una persona de menor estatura que él, ya que escasamente le llegaba a la mitad del muslo.

A Amy le agradaba lo que veía, las piernas de Sheldon eran delgadas pero tonificadas, bastante largas y pálidas, cubiertas por un oscuro bello que formaba parches. Sheldon estaba descalzo porque sus calcetines se habían empapado así que también se los entregó a Amy para ponerlos a secar.

A Amy le llamaron la atención los largos pies de Sheldon, con dedos finos, uñas perfectamente cuidadas. Whoo!, no pudo evitar emitir ese sonido como de lechuza. Talla 12 o 13?, pensó Amy para sí misma, sonriendo pícaramente.

Sheldon la miró de reojo y luego se sentó en el sofá. ─ Te importaría si enciendo la televisión, hay una maratón de Game of Thrones y no quisiera perdérmela. Amy preparó un sándwich para Sheldon y otro para ella, hizo además palomitas de maíz que comieron juntos.

Amy sacó la ropa de Sheldon de la secadora y se la entrego, perfectamente doblada, como a él le gusta. Sheldon fue al baño a ponérsela y al salir le preguntó a su novia si podía llevarlo a casa, ya era tarde, cerca de las ocho de la noche.

Ya en el auto, Sheldon y Amy permanecieron en silencio durante casi todo el viaje. Llegaron al edificio donde vivía Sheldon.

─ Ha sido un día agotador Amy, espero que duermas bien.

─ Deseo lo mismo para ti, te llamaré mañana continuó la adorable neurobióloga.

Sheldon abrió la puerta del auto, puso un pie en la acera y cuando estaba a punto de bajarse se detuvo. ─ Ah, casi me olvido, dijo. Mientras pronunciaba estas palabras acercó su rostro al de Amy y le dio un beso en los labios a manera de despedida.

─ Buenas noches Amy, dijo sonriendo. Gracias por el tren a escala que me regalaste.

─ De nada Sheldon. Buenas noches Sheldon, respondió Amy, otra vez su corazón se había saltado al menos tres latidos.

Sheldon subió las escaleras hasta llegar a su departamento en el cuarto piso. Sabía que había dado un pequeño paso en su relación pero se sentía muy bien.

─ Sheldon dónde has estado?. Te estás perdiendo la maratón de Game of Thrones que habíamos planeado ver, dijo Leonard

─ Estuve en casa de Amy, tenía que agradecerle por el tren. Por cierto, si lo trajiste de mi oficina como te pedí, cierto?, preguntó Sheldon.

─ Sí claro, está en tu escritorio, respondió Leonard.

Sheldon abrió la caja con sumo cuidado, armó la locomotora y jugó con ella hasta las 11 pm, cuando el sueño lo venció.

Lo que sea que Amy le haya hecho a Sheldon, ojalá semantenga, está feliz y no me ha sacado de mis casillas en toda la noche, pensóLeonard.

Lo que sea que Amy le haya hecho a Sheldon, ojalá semantenga, está feliz y no me ha sacado de mis casillas en toda la noche, pensóLeonard

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