No quiero dormir sola

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Dan y yo pasamos a buscar a las chicas por el bar. Bonnie estaba borracha, así que Dan la cargó en el coche y nos dijo que la llevaría a casa.

Emma y yo debíamos tomar un taxi.

Se veía tan guapa que realmente me costó no arrojarme sobre ella en el primer momento en que la vi.

Tomé su cintura y la atraje hacia mí. Considerando que su casa estaba a pocas cuadras, iríamos caminando hasta allí y luego yo me iría en taxi a mi casa.

Cubrí sus hombros con mi campera.

-¿Tú también bebiste?-Pregunté.

Emma rió nerviosamente.

-Un poco.

Esa risa la delató.

-¿Cuánto?

-Cuando llegué al décimo vaso perdí la cuenta.

-Por todos los cielos.

Con razón se tambaleaba.

-¿Te sientes bien?

-Por ahora sí.

Sonrió y me besó la mejilla brevemente.

Tras hacer unas cuantas cuadras, sus rodillas flaquearon y se acercó a la alcantarilla a vomitar.

Iba a asesinar a mi hermana por llevarla a ese bar. ¡Sabía perfectamente la cantidad de alcohol que tenían los tragos!

Sostuve su cabello para que no se ensuciara.

-¿Mejor?-Pregunté.

Ella asintió y se sentó en el cordón de la vereda.

-Necesito aire fresco unos minutos.

Asentí y me senté a su lado.

Se acurrucó en mi abrigo y se inclinó hacia mí.

-¿Rupert?

-Mmm...

-¿Por qué no te parezco repulsiva?

-Jamás me parecerías repulsiva. Y he estado mucho más borracho que tú y es degradante que se burlen de ti.

Besé su frente.

-Quería acostarme contigo hoy.-Susurró.-Me había arreglado... Quería que me vieras bonita. Y lo arruiné.

-No fue tu culpa. Bonnie sabe que esos tragos tienen mucho alcohol...

-No sentí el gusto hasta el final, fui tan idiota...

Entrelacé su mano con una de las mías.

-No te preocupes, mi amor.-Susurré.

Saqué una botella de mi bolsillo y me puse de pie.

-Allá hay un dispensador de agua. Enseguida regreso.

Mientras llenaba la botella, alguien tocó mi hombro.

Al voltear, encontré a Amelie.

-¿Tú? ¿Qué haces aquí?

-Chris me dejó.

Sonaba muy triste. Pero no era mi asunto.

-Lo lamento por ti.-Dije.-Encontrarás a alguien mejor.

-Chris me dejó y pensé en ti. Pensé en lo amable que has sido conmigo y que he sido una desagradecida y...

Ella me besó. La aparté enseguida.

-No me interesas más, ¿de acuerdo? No es mi asunto con quién estés.

-¿En serio no mueres por acostarte conmigo?

Botella, acaba de llenarte rápido o voy a enloquecer.

-No realmente. No contigo.

Por fin llena.

Me alejé hacia donde estaba Emma.

-¿Me cambiaste por ella?

-No es de tu incumbencia. No quiero verte otra vez, vete.

Amelie, ofendida, me dio una bofetada.

-Jamás serás feliz con la nerd.

-Te equivocas. Soy yo quien no sería feliz sin ella.

Me dirigí hacia Emma y me senté a su lado. Ella bebió el agua y logró limpiar su boca de vómito.

-Amelie te besó.-Dijo entrelazando sus manos.-Y la apartaste. ¿Por qué? Creí que ella...

-Ya no me importa.

Sonreí.

-Ahora no me siento atraído por ella. Me parece una chica frívola y aburrida.

Busqué sus manos y entrelacé una de las mías con una de ella. Emma me miró sonriente.

-¿Recuerdas que me preguntaste si algún día dejaría de pensar en ella y me enamoraría de ti?

Emma asintió.

-Bueno, yo...

Acaricié su rostro.

-Creo que ese día...

-Oh, Rupert.

Emma mordió su labio inferior y me estrechó con fuerza.

-Ven conmigo a casa. No quiero dormir sola.

Le sonreí y besé su sien.

-Por supuesto, preciosa.

Su sonrisa [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora