-¡Papá!
Fruncí el ceño.
-¡Papá!
Emma sonrió y me apartó de su cuello.
-Es tu turno de ver qué ocurre.
Suspiré y me alejé de ella.
-Odio no tener privacidad.
Me sonrió otra vez.
-Eso es culpa de ambos.
Le guiñé un ojo y salí de nuestro cuarto.
Los mellizos dormían tranquilamente así que no comprendía que podría estar pasando.
-¡Papá!
Pasé frente al cuarto de Emily, la menor, y llegué al de Austin, mi hijo del medio. Madeleine y Jack eran los mayores.
-¿Qué pasa, hijo?-Pregunté.
Él me miró, asustado.
-Hay monstruos bajo la cama.
Contuve una sonrisa y fingí seriedad. Me agaché para revisar debajo de la cama, en el armario, en el baúl y tras las cortinas.
-No hay ningún monstruo, campeón.
Me senté en la cama a su lado y acaricié su cabello pelirrojo.
-No te preocupes. Sólo piensa en algo lindo. El miedo se irá.
-¿Puedes sostener mi mano hasta que me duerma?
Asentí y besé su frente.
Austin no tardó en dormirse.
Lo arropé y me marché a mi habitación.
Emma había ido a una cena con mi hermana esa noche. Por eso estaba un poco borracha. Pero al menos no se había bebido medio bar, como aquella vez.
Sonreí al recordarlo y entré a mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí.
Emma estaba de pie junto a la cama.
Se veía muy sexy con ese vestido negro... Hasta que se puso de pie y se lo quitó.
-Tengamos otro bebé.-Murmuró tomando el cuello de mi camiseta y pegándome a sí.
Le guiñé un ojo y mordí su oreja.
-Estás ebria. Lo único que vamos a hacer es dormir.
-Rupert... Por favor...
Jadeé cuando acarició mi pecho, quitándome mi camiseta.
Besó mi estómago.
-Em. Vas a acabar conmigo.
La sensación fogosa que conocía muy bien se extendió por mi cuerpo.
-Lo sé.
Mis pantalones y mi ropa interior desaparecieron y tuve que contenerme para no gritar cuando su boca se apoderó de mi erección.
-Joder. Me vas a matar.-Susurré.
Emma acarició mis muslos.
-Rupert... Quiero otro hijo.-Murmuró.
Tomé su rostro y la besé, empujándola hacia la cama.
-¿Desde cuándo eres tú la que propone eso?
-Yo propuse el nacimiento de Austin y de Emily.
-El de Emily fue porque yo te dije unas palabras muy dulces en nuestro aniversario y de un segundo al otro me habías quitado la ropa.
Se sonrojó. Aún en ese estado, entendía lo que pasaba.
Le sonreí y acaricié su mejilla.
-¿Quieres otro bebé?
-Sí.
-¿Estás segura? No quiero que mañana con la resaca me insultes.
Rió.
-No lo haré, lo prometo.
Miré sus ojos. Parecía hablar en serio. Pero Emma... Emma luego de una borrachera era realmente impredecible. Quizás me odiaría y me diría que me había aprovechado de ella estando ebria.
Fruncí el ceño. Odiaba tener que tomar ese tipo de decisiones.
-No lo haré.
Si me mantenía firme quizás ella cedería.
-¿Por qué no? ¿Acaso no quieres...?
Ella se desabrochó el sostén y dejó expuestos sus pechos.
Jadeé. Quizás...
No. Mantente firme en tu decisión, Rupert, no seas bobo.
Emma insistió por lo que me parecieron horas, quedándose completamente desnuda durante el proceso.
-Rupert...
Me acomodé para dormir dándole la espalda. No quería cometer una estupidez. Sabía que así sería mejor para ambos. Al día siguiente podríamos pensarlo y hablarlo mejor.
Emma me abrazó y apoyó su barbilla en mi hombro.
-Vamos... Sólo una vez...
-No.
Suspiró y besó mi cuello. Cerré los ojos tratando de dormirme.
El fuego en mi estómago se volvió difícil de ignorar cuando su mano comenzó a acariciar mi estómago.
Volteé y tomé su rostro para besarla con intensidad. Dejó escapar un gemido y se abrazó a mi cuello.
El encuentro fue mucho más acalorado que de costumbre. Mucho más.
La cama se quejaba bajo nuestros cuerpos y la temperatura había empañado las ventanas.
Me aseguré de usar protección, pero Emma no estuvo de acuerdo con eso.
Sin embargo, sabía que era lo mejor para ambos.
No quería un accidente, quería un hijo.
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Su sonrisa [Grintson]
FanfictionOdiaba las tontas cenas de mis padres. Solían invitar a miles de personas y yo jamás conocía a ninguna. De vez en cuando me dejaban invitar a uno o dos de mis amigos pero no era esa la ocasión. -Rupert.-Mi madre me hizo una seña.-Ellos son los señor...