30 ➸Maratón 1/2

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Después de irse de la pista y marcharse ambos al departamento, Víctor tenía todo listo en su mente.

En el momento en el que había salido, había planificado todo. Llevaría a Yuri a comer, luego a dar una vuelta, y sería de lo más sofisticado. Bueno, para el gusto del ojizarco.

Mientras Víctor estaba afuera haciendo quién sabe qué, Yuri se había quedado sólo para vestirse un poco elegante, ya que el ruso se lo había pedido. Buscó entre toda la ropa que estaba en el armario algo que fuese elegante pero no demasiado, para no exagerar. Cuando finalmente lo encontró, se tranquilizó, ya que no estaba seguro si poseía algo así entre su ropa.

Fue a peinarse y a alistarse un poco, porque de cierto el lugar al que irían era de esa clase. No tenía idea de a dónde lo llevaría Victor, sin embargo, tenía leves sospechas.

El de cabello platinado estaba abajo en recepción, salió a la calle y esperó que todo saliera bien, y como lo planeado. Él no era un hombre que pensara todo en el último minuto, pues la mayoría de las veces hacer esto le volvía loco y terminaba por no hacer nada. Pero esto era distinto, cualquier mínimo detalle no debía descuidarse, todo debía hacerse tal y como había imaginado.

Serían las diez de la noche, y eso lo comprobó en su reloj. Miró los autos pasar por la calle y de pronto una voz lo sacó de todos sus pensamientos.

—Vaya, anciano. Te ves bien, ¿Vas a salir?

—¡Yurio! ¿Qué haces aquí? —Preguntó lo último con una risa nerviosa.

—Venía por mi computadora, se la presté al cerdo el fin de semana pasado pero no la he venido a buscar y desde entonces, la necesito. Ahora, ¿A dónde vas?

—¿Acaso importa?

El rubio le miró con cara de pocos amigos y el mayor terminó revelando sus intenciones, dejando en el de ojos esmeralda una sonrisa burlona y un millón de frases molestas que estaban incomodando un poco a Víctor.

—Ya cállate, no quiero estar tenso cuando él venga.

—Bien, me dejo. ¿A dónde ustedes idiotas, van a ir?

—A Percorso.

—¿Estás loco verdad?

—¿Por qué? 

—Es malditamente caro. Y exageradamente lujoso. ¿De verdad quieres llevarlo ahí en la primera cita?

—¿Quién va a salir, tú o yo?

—Bueno, pero-

—Si quieres impresionar y ver que pasa, no llevas a tu cita a ver cómo está el día. No tengo trece años, Yurio. Ya soy maduro.

—Claro, muy maduro... ¿No se te ocurrió un bar o algo?

—¿Quién piensas que soy, un aprovechador?

—Nadie te discute eso...

—Escucha, Yurio. Quiero que sea algo especial, un detalle.

—Pues qué detallito tan pequeño. Pero sigo insistiendo, ¿No deberías haber pensado en lo que a él le gusta? Digo, a tí te gusta ese tipo de lugares, pero... ¿Y si a él no?

—Tranquilo, Yurio. ¿A quién no le gustaría?

—Sólo digo que creo que estás exagerando.

—Bueno, ¿Es tu cita?

—Yo sólo decía. —Puso los ojos en blanco para luego colocar las manos en los bolsillos de su chaqueta blanca. —Iré por mi computadora.

—No.

Memorias De Nuestro Pasado. ➸Victuri/ CanceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora