El Sumiso ~ 16

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Narra Lali:

Suena la alarma en mi iPhone. Pink! con Just Give Me A Reason. Es una canción algo antigua, pero me gusta. Me gusta de verdad, me hace recordar algunos buenos momentos, justo esos meses en los que Santino había llegado ya a mi vida, y la había llenado de color e ilusión.

Me levanto de la cama, y voy al cuarto de Santino. Me encanta pasar un rato con él en la cama antes de ir a bañarme y a desayunar. Pero, cuando entro en la habitación de Santino, él no está. Mmm, tal vez ya se ha despertado:

— Santi... Enano — cruzo la habitación y voy a su baño, que esta en una sala dentro de su propia habitación. Pero, tampoco está allí. Comienzo a preocuparme —. ¡SANTINO MI AMOR!

-...-

Narra Peter:

7:15 a. M. Suena la alarma de mi celular. Me incorporo casi de un salto y miro a mi alrededor. Mierda... A mi lado, durmiendo plácidamente, está Santino. Lali debe de estar buscándole como loca por toda la casa.

Muy despacio, le acaricio la espalda, con intención de que se despierte. Comienzo a rezar para conseguirlo:

— Enano, buen día.

— Mmm — musita dormido.

— Dale dormilón, ¡ya es de día! Hoy tenés que ir al jardín a jugar con tus amigos.

El pequeño comienzo a moverse y se da la vuelta quedando boca arriba. Se frota los ojitos para abrirlos mientras que yo sigo haciendole mimos.

— Buen día campeón.

— Hola tío — dice el sacando las manitas de su cara. Tiene los ojos chinitos a primera hora de la mañana, sí, como casi todo el mundo. Pero está re lindo así.

— Dale, a levantarse. Mami debe de estar preocupada buscándote.

Él hace puchero:

— Quiero quedarme un ratito más en la camita, tío.

— Pero, ya es de día. No es hora de seguir en la cama, Santino. Hay que disfrutar del nuevo día — me levanto de la cama y lo agarro en brazos —. Vamos a buscar a mami.

Él asiente hundiendo la cabeza en mis hombros. Salgo del cuarto y veo a Lali desde la otra punta del pasillo. Al vernos, la cruza rápidamente:

— ¿No me digas que durmió con vos? — me mira, después baja la mirada y la vuelve a subir rápidamente. Mierda... Se me olvidó ponerme el pantalón. Eso me pasa por sentirme tan sumamente cómodo en bóxer.

— Emm, sí.

— Ya vamos a hablar Santi — ella me lo saca de los brazos —. Y vos Peter andá a vestirte, por favor.

— Sí, perdón. No me di cuenta.

— ¿Café para desayunar?

— Sí, con leche y azúcar por favor.

— Perfecto. ¿Tenés quién te lleve al trabajo?

— Tengo el auto abajo — respondo.

— Bien. Bueno, me seguís, así no hay problemas y no te perdés.

— Bueno, gracias.

— De nada, te esperamos abajo — sonríe a medias y después se va con Santi rápidamente por el pasillo.

-...-

Narra Lali:

No puedo creer que haya visto a Peter en bóxer, completamente desnudo a excepción del bóxer. Me dio vergüenza, pero yo creo, que él lo hizo queriendo. Suelo ser educada, pero soy mujer, y también tengo derecho a mirar. Está buenísimo... Hasta recién levantado, con su pelo alborotado y sus ojos de color verde achinados por el sueño. Lástima que no venga en auto conmigo, creo que va a tardar tiempo en volver a venir a cenar a mi casa...

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