Narra Lali:
Al terminar la jornada de trabajo, salgo del edificio de mis oficinas y voy al auto, a recoger a Santino al jardín. Hoy se pondrá feliz porque su mamá le va a buscar, lo sé. Apenas tengo tiempo de ir y casi siempre va Tina, pero... Hoy no va a ser así. Hoy voy a ir yo.
Al llegar, aparco y salgo del auto. Cruzo el camino principal, subo la escalera hasta la planta de arriba y voy a la clase de Santino. La mayoría de las mamás ya está afuera con sus nenes. Las saludo y sonrío y entro en la clase.
— ¡MAMI! — grita Santino al verme. Y corre a mis brazos para que lo agarre. Después de alzarle, le lleno de besos.
— Hola mi amor, ¿cómo lo pasaste hoy?
— Bien — él me sonríe —. Muy bien, ¿a qué me porte muy bien profesora?
Miro a la profesora, quién sonríe de oreja a oreja y asiente con la cabeza.
— Sí, se portó muy bien, hizo todas las tareas que mandé, y también le dio tiempo a realizar las de ayer, ¿ya está mejor de la pancita?
— Sí, bastante mejor. Debió ser algo que le sentó mal — respondo mientras le acaricio la panza a Santino.
— Me alegro mucho señorita Espósito. Descansa Santi, mañana es día de juegos y se lo van a pasar re bien todos.
— Sí profesora.
— Hasta mañana — me despido, la profesora también se despide y salgo del jardín con Santino en brazos.
Vamos al auto, le siento en su sillita especial y yo subo delante. Después de arrancar, prendo la radio, que es lo que más le gusta a Santino cuando va en auto. Sino escucha música mientras manejo, se enoja, y mucho. Y para una cosa que pide, le cumplo el capricho.
— ¿Qué tal esta mañana con el tío Peter? — le pregunto mientras doy marcha atrás para sacar el auto de la plaza de aparcamiento.
— Bueno...
— Bueno, ¿por qué bueno? ¿Qué pasó Santu? — temo que Peter no me haya dicho algo que pasó... En fin, fue muy escueto. Seguro que Santino metió la pata hasta el fondo y Peter de bueno que es no me quiso decir nada...
— Le dije que si él gusta de vos y me dijo que es mentira. Pero yo sé que se gustan, ¿por qué no dicen la verdad?
Suspiro:
— Santino, no le vuelvas a decir eso a Peter, podría molestarle y mucho.
— Le molestó. Pero son unos mentirosos, yo sé que se gustan... ¿Por qué no se animan? ¿Por qué no sé ponen de novios y así yo ya podré tener al mejor papá del mundo que es Peter? Por favor mami, tenés que decirle la verdad al tío Peter, si se gustan en serio.
— Santino — trago saliva. No quiero retarle porque después me arrepiento, y al verle tan chiquitito y tan tierno me da mucha cosita retarlo, pero a veces, como ya he dicho, hace preguntas muy molestas e incómodas —, no le podés decir eso al tío, aún no tenés la suficiente confianza con él para preguntarle que si le gusto. Además, igual él no quiere decirte la verdad.
Santino hace puchero desde la parte de detrás mientras le observo por el retrovisor:
— El tío Peter confía en mí y seguro que me dice la verdad. Lo que pasa que no se animan.
— Basta Santino — vuelvo a suspirar —, acá se corta este tema. No vamos a volver a hablar de ello, y no seas denso con el tema. Y lo mismo te digo, no le digas nada de esto al tío Peter. No le vuelvas a preguntar por el tema, por favor.
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EL SUMISO
FanfictionPeter Lanzani es un chico cualquiera que acaba de terminar de estudiar administración en la Universidad de Buenos Aires. Tiene 27 años y una novia muy buena: Eugenia. La adrenalina de esta novela comenzará en la búsqueda de trabajo de Peter. Una de...