El Sumiso ~ 43

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Narra Euge:

Nico me invito a cenar aquella noche a su casa. También vendrían Lali y Peter. Y el nene de Lali, así que había traído también a Rufina. Mi vieja, quién ya estaba al tanto d todo lo ocurrido el fin de semana, me había dicho que ella se encargaba de Rufina, pero había preferido traerla conmigo. Si Santino viene, seguro que ella también va a divertirse. Así que nos cambiamos, ambas nos pusimos muy lindas, y nos fuimos en auto hasta la casa de Nico.

Cuando llegamos, Lali y Peter ya están allí.

Creo que no me ven entrar por la puerta de la entrada cuando Nico abre y me hace pasar, pero si me ven entrando en la sala. Peter me mira como si de un fantasma se tratara:

— Hola — saludo.

— ¡Peter! — grita Rufina, y entonces corre hasta a él para abrazarlo fuerte. Yo sonrío.

Pero creo que a Lali no la gusta ni un pelo que la nena esté tocando a su nuevo novio.

Peter agarra a Rufina y la sienta encima de él. Después de saludarla muy cariñoso, me mira a mí:

— ¿Qué hacen acá?

— Nico también nos invito a cenar.

Lali me mira:

— ¿Y de qué te conoces vos con Nico? — me pregunta molesta la petisa.

Entonces Santi y Nico entran en el salón. Completo.

— Creo que estamos todos. Podemos empezar — dice Nico.

De ahí que no puedo responderla a Lali.

— No trates de hacerte el gracioso — le dice Lali a su gran amigo Nico. Está muy celosa. Pero prefiero no meterme. No quiero líos, y menos con la hermana perdida a la que acabo de encontrar. No obstante, necesito una explicación por su parte.

— Eu, ¿qué te pasa amiga? — la pregunta Nico mirándola con ternura —. Si crees que los he juntado para hablar sobre amores, estás muy equivocada. Les he reunido acá por otra cosa. Eugenia, te doy la palabra.

— Bien, emm... Quiero decir en primer lugar, que necesito charlar con Lali sobre Peter en otro momento, pero ahora mismo, eso no es lo fundamental. Como Nico, al igual que Peter, y no se si Peter te habrá contado a vos, Lali, hace unos días me enteré de que era adoptada. Comencé a investigar para averiguar de donde venían mis orígenes. Y descubrí que mi hermana eras vos... Lali — lo digo directa. Creo que eso es lo mejor.

Lali abre mucho los ojos:

— ¿Vos?

— Sí, vos.

— Mi hermana... Ella se llamaba María, no Eugenia — dice ella.

Parece no aceptar que de verdad soy su hermana. Aunque biológicamente, no hay nada comprobado, todos los datos son reales. Todos los datos concuerdan, y de verdad, somos hermanas aunque a ella la vaya a costar creerlo.

— Su madre adoptiva la puso Eugenia con la adopción, Lali. No te molestes. ¿Vos crees que haría toda esta mierda si no la creyera a Eugenia? Pensé que me conocías más — le dice Nico a su mejor amiga.

— Años llevo buscando a María, Nico. ¡Años! Y ahora llega ella y me encuentra en poco tiempo. Me siento mal, ¿sabés? Sé que la búsqueda de mi familia no es una carrera, pero me parece increíble que ella haya podido encontrarme sin ninguna dificultad.

Todos me miran:

— Yo solo pregunté en el hospital. Me dijeron todo allí. Y me dijeron también que ella era mi hermana, Lali Espósito.

Lali ríe sarcástica:

— Bue, lo que faltaba...

— ¿No querés saber nada de mí? — la pregunto seriamente —. Desde que sé que soy adoptada he querido buscar a mi familia. Solo trataba de encontrar mis orígenes, al igual que vos, supongo. Pero ya veo que no te hace ilusión que yo sea tu querida hermana — trago saliva y agarro mi bolso.

— Eugenia, no — Peter se levanta de su asiento y se pone delante de mí —. no te vayas. No seas así, dale. Lali solo trata de asimilarlo. Hablen ustedes... Nico, vayamos a otra parte con los nenes, ellas dos necesitan intimidad, y creo que nosotros no se la estamos dando.

— De acuerdo — dice Nico agarrándole de la manita a Santino.

Peter hace lo mismo con Rufina y los cuatro salen de la sala dejándonos a Lali y a mí solas. Completamente solas. tal vez así, Lali no tenga tanto respaldo y consiga entablar con ella una conversación normal.

— ¿Por qué no me crees? — la pregunto, casi sin pensar.

Ella me mira:

— Yo te busque durante años, y nunca pude encontrar nada. Miles de detectives, y nunca consiguieron encontrar nada. Ni siquiera les dieron información en el hospital. No quisieron.

Me muerdo el labio y suspiro:

— A mí si me la dieron. Yo solo quería encontrar a mi familia. Si te digo la verdad, tampoco estoy muy contenta de que mi hermana haya sido la chica que me haya sacado al hombre que más he querido en la vida. Pero bueno, somos hermanas, hermanas de verdad, y también vamos a tener que llevarnos bien — vuelvo a suspirar y me encojo de hombros —. ¿Quién sabe? Tal vez dentro de unos pocos días, o de semanas, o de meses nos llevemos bien.

Ella niega con la cabeza:

— No lo sé... Podemos intentarlo.

— Una última cosa... ¿Estás enamorada de Peter?

Ella levanta una ceja y me mira fijamente:

— ¿Por qué preguntas eso? Claro que estoy enamorada de él. Muy enamorada. Por sí no lo sabías, he tenido problemas de amor durante toda mi vida, y ahora he encontrado a la persona perfecta, y por nada del mundo me voy a a separar de él. Si él decidió dejarte para estar conmigo, sería por algo.

Sí, Lali tenía razón. Peter era el que me había cambiado por Lali, y tal vez ella no tenía nada que ver en esto.

Igual el que debía explicarme esto era Peter, y no Lali.

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