Narra Peter:
Las 10 de la mañana, solamente una hora... ¡Y ya estoy agotado! 4 folletos leídos de 25 páginas cada uno y una lista de morosos de la Jun SA. (otra de las empresas de la señorita Espósito). Por fin, ahora tendré tiempo para escribirla un mensaje a mi querida novia:
10:02:23 Peter Lanzani: Euge mi vida, estoy bien. En la empresa estoy muy atareado, hay muchísimo trabajo la verdad. Pero bueno, al menos tengo un trabajo para hacer. Y voy a ganar plata que eso es lo más importante. Después llamaré al jardín de Rufi para que se la queden otro rato más, la podemos ir a buscar juntos, ¿te parece? Te amo y suerte con tu jornada laboral, princesita.
De repente, alguien toca a mi puerta:
— Pase.
La puerta se abre y de atrás sale Nico.
— La señorita Espósito quiere hablar con usted.
AY DIOS... ¡EL PRIMER DÍA Y YA HICE ALGO MAL!
— ¿Es algo grave? — pregunto preocupado.
— Por supuesto que no, solo quiere proponerle algunas cosas. No se preocupe — Nicolás sonríe —, Mariana Espósito es una buena persona y premia a los empleados más eficientes, y confía en que usted, va a ser uno de los empleados más eficientes, sin duda, señorito Lanzani.
— Gracias, ¿cuando quiere hablar conmigo?
— ¿Terminó el informe y lo de leer los folletos?
— Sí, ya está todo listo.
— Okey, redacte un resumen de los informes y mándelo a mi correo, por favor. Pero ahora vaya a hablar con Espósito.
— De acuerdo señor Riera.
— Señorito — él me sonríe — ni siquiera tengo novia.
— Disculpe — río.
Él también se ríe y me sujeta la puerta para que pase.Juntos subimos en el ascensor y me guía hasta el despacho de Lali. Pasillos blancos relucientes y suelos pulidos y brillantes. Me imagino como será la cara de la señorita Espósito, todo limpio y perfectamente ordenado.
— ¿La señorita Espósito es una maniática de la limpieza? — pregunto divertido.
Nico me mira y asiente sonriendo:
— Ama que todo esté limpio y ordenado, en perfectas condiciones de revista. Desde que la conozco, no es una manía solo de ahora.
— Es bueno que sea así.
— Bueno — una enorme puerta blanca aparece ante mis ojos —, este es el despacho de la señorita. Pase y responda a todas sus preguntas educadamente.
— Por supuesto, claro que voy a ser educado.
— No lo dudo — Nico sonríe, pulsa un botón y la puerta se abre. Después se va, dejándome solo ante ella. La petisa, morocha y millonaria, Mariana Espósito.
Es lugar es completamente blanco, todo muy asimétrico y moderno. Tiene una enorme mesa de cristal casi más grande que el cuarto de Rufina. Los sillones son de piel, creo que auténtica; y los muebles mezclan cristal con madera pintada de blanco. Este despacho ha debido costar muchísimo dinero. ¡y solo el despacho! Su casa debe ser impresionante.
Paso adentro y ella me recibe con una enorme sonrisa. Esta sentada detrás de la mesa, y con lo chiquitita que es, apenas se la ve. Pero nada más que entro, se levanta.
— Señor Lanzani, es usted muy rápido.
— Como usted lo exige, quiero ser un empleado de lo más eficiente para su empresa.
— Eso me gusta, siéntese donde quiera.
Elijo uno de los sillones de piel negra pequeño. Ella se sienta justo enfrente:
— ¿Quiere tomar algo? ¿Café? ¿Té? ¿Agua? ¿Jugo?
— Jugo de naranja, ¿tienen?
— Por supuesto — ella me sonríe, pone el mechón de pelo que tiene en la cara detrás de su oreja y agarra su iPhone. Teclea unas cosas y rápidamente lo bloquea y lo deja encima de la mesa de cristal que nos separa. Es realmente linda, tiene una carita perfecta u una boca preciosa —, lo traerán en un ratito, no se preocupe.
— No se preocupe usted, señorita Espósito.
Ella me dedica una sonrisa sincera y amable.
— Bueno, ¿de momento que le parece el trabajo?
— Muy bien, estoy muy cómodo y me gusta. Me parece que en su empresa siempre hay mucho trabajo, y eso creo que es algo bueno.
— Yo lo que pretendo, es que no se agobie, quiero el total bienestar de todos mis empleados.
— No estoy agobiado, pero si me agobio, es trabajo, señorita Espósito, es mejor agobiarse que no tener trabajo.
— Es verdad eso — vuelve a sonreír —. ¿Tiene usted familia?
— Sí, bueno, una nena. La hija de mi novia. Tiene 4 añitos — sonrío pensando en lo linda que es Rufi, tanto como su mamá.
— Aw, que tierna.
— ¿Usted, tiene familia señorita Espósito?
— No, aún no. Ya se dará.
— ¿Y pareja tiene? — NO, JUAN PEDRO SOS IDIOTA, ¿POR QUÉ HE TENIDO QUE PREGUNTARLA ESO?
Ella simplemente ríe natural:
— Tampoco tengo pareja actualmente. Me gustaría proporcionarla una beca para las escuelas infantiles que poseo a Rufina para que estudie, y también me gustaría conocer a su familia. La noche que usted pueda.
— Claro que sí — creo que es un poco precipitado, pero es mi jefa, aunque lo de la escuela de Rufina es de gran ayuda.
— Al ser usted encargado, me gustaría conocerle más en la intimidad — ella ahora mismo está seria, ¿me lo está diciendo en serio? Uau... La señorita Espósito está empezando a darme miedo.
ESTÁS LEYENDO
EL SUMISO
FanficPeter Lanzani es un chico cualquiera que acaba de terminar de estudiar administración en la Universidad de Buenos Aires. Tiene 27 años y una novia muy buena: Eugenia. La adrenalina de esta novela comenzará en la búsqueda de trabajo de Peter. Una de...