Narra Lali:
Al llegar a casa, unos bracitos me esperaban para que le tomara en brazos. Yo sonreí, hacía eso desde que había aprendido a gatear.
— ¡MAMI! — grita cuando entro por la puerta. Corre hacia mí yo lo le agarro. Le doy besos por todas partes.
— Hola mi amor — le acaricio el pelo. Mmm, huele a lavanda. Su favorito. De la cocina sale la señora Perkins, su niñera inglesa que le cuida desde que nació. Tiene alrededor de 28 años, es decir, casi somos de la misma edad, pues yo estoy a punto de cumplir los 26.
— ¿Ya te quedas todo el rato mami? — me mira. Tiene mis ojitos por suerte.
— Claro que sí, ya hasta mañana, mami no se va.
La señora Perkins se acerca hacia nosotros sonriendo:
— Se ha portado muy bien. La maestra ha dicho que ha hecho todo lo que le han mandado en clase y ha compartido todo con sus compañeritos. En casa ha hecho sus deberes y hemos practicado lectura — Santino, así se llama mi pequeño, ya tiene 5 años, y en el jardín ya le están enseñando a leer. Santino solo le digo cuando me enojo, si no, siempre le llamo San, Santu o Santi —, y después ha ido a tomar su clase de tenis.
— Muy bien, muchas gracias señora Perkins. Ha terminado usted su jornada.
— Gracias señorita Espósito — le da un beso a Santino en la sien —. Chau mi vida.
— Adiós nanny — dice mientras sigue acurrucado en mis brazos.
La señora Perkins sonríe y se va. Entonces Santi y yo nos quedamos solos en la sala. Supongo que Tina, el ama de llaves, estará en la cocina terminando de hacer la cena.
— ¿Qué está preparando Tina de cenar? — le pregunto sonriente.
— Creo que pescado — pone cara de asco.
Río. No le gusta el pescado, y tampoco la verdura. Es normal, algo común en todos los niños. Me siento con él a upa en el enorme sillón de piel que hay en la sala.
— ¿Has jugado hoy con todos los niños en el recreo?
Él asiente con la cabeza. La maestra dice que es uno de los niños más abiertos del jardín. Se lleva bien con todos y juega con todos. Tengo suerte de que no me de problemas con el tema del colegio. Siempre se levanta contento para ir a clase y no le importa ir antes, así puede empezar a jugar antes con sus compañeritos. Tengo suerte de que haya salido con un carácter tan alegre, bastante distinto al mío.
Sí, tal vez se estén preguntando por el padre de Santino. Es una larga historia. Que más adelante les contaré. Una historia algo tétrica.
Por el momento, Santino ignora que tenga un padre. He procurado no explicarle cómo vienen los bebés al mundo, así es mejor, porque no me hará preguntas. Es un tema delicado. Tuve a Santino cuando tenía 20 años, el 20 de abril de 2012. Después yo cumplí los 21 el 10 de octubre. Era muy jovencita la verdad, pero bueno, nunca me faltó plata para criarle y darle mucho amor. Y para cuando no estuviera, contratar a una nanny que le enseñara muchas cosas.
— He jugado al fútbol.
— Muy bien — le doy un beso en la frente.
— Me encanta que hagas deporte, es algo muy sano para los nenes, ¿sabes?
— Sí sé, mami.
Vuelvo a besarlo en la sien. Por muchos hombres que hubiera en mi vida, Santi era el rey de todos ellos.
-...-
Narra Peter:
Llego a casa de Pablo y toco timbre. Él abre rápidamente y me hace pasar.
— Amigo — me abraza. Yo le abrazo a él. Sí, ahora mismo es de esos momentos en los que necesitas un abrazo de amigos.
— Hoy te necesito.
— Lo sé, olvídate de Euge por está noche.
— Lo haré, la rutina con ella a veces me hace mal.
— Espera, tenés que enseñarme a tu jefa.
Oh... Mi jefa.
— Tengo su número, me lo dio antes. Llega a enterarse Euge y me mata, literalmente.
Pablo se ríe.
Yo busco el contacto de ella en Whatsapp. Una foto de una chica con una blusa blanca y una mini negra aparece. Se la marca toda la cola. Dios, está buenísima sin duda.
Pablo mira la foto y se muerde el labio:
— ¡Está realmente buena!
— Te lo dije.
Doy el botón para atrás y justo sin querer, después de hacerlo, comienzo a llamarla por Whatsapp. Mierda.
— ¡Pero cortá la llamada Peter!
Estoy tan nervioso que no puedo, cuando viene lo peor. Ella ha atendido.
— ¿Juan Pedro Lanzani? ¿Sos vos?
Sí, mi jefa me está hablando por teléfono.
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EL SUMISO
FanficPeter Lanzani es un chico cualquiera que acaba de terminar de estudiar administración en la Universidad de Buenos Aires. Tiene 27 años y una novia muy buena: Eugenia. La adrenalina de esta novela comenzará en la búsqueda de trabajo de Peter. Una de...