Capítulo III

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—Debe ser una broma—masculló Calum al examinar de arriba abajo a Luke Hemmings

—Y de muy mal gusto—continuó su amigo

     Luke, inquieto volvió vista al número externo de la puerta, 107. Estaba en el cuarto correcto.

—Clifford, Hood—formuló el rubio acometiendo saludar al par. Luke aludió cómo Caroline le había instruido el valor de la cortesía, en especial con quienes no congeniaban

—Hemmings—corearon ambos

     Nadie dijo nada. Michael prosiguió a situar algunas pertenencias sobre los anaqueles, entretanto Calum rasgueaba las cuerdas de su bajo modelo Precision Bass.

— ¿Permanecerás de pie todo el día? —rezongó Michael dirigiéndose a Luke—Usarás el catre junto a la ventanilla

—Vale. Iré por mis cosas a la otra habitación—enunció, y acto seguido, se amonestó a si mismo por haber dado aquel comunicado. Estaba más que claro que a ellos no les incumbía lo que él hacía o dejaba de hacer

     Como era de esperarse, tanto Calum como Michael desoyeron las palabras del muchacho, reanudando su actuar.

     Luke viró en curso opuesto, ansiando abandonar la recamara. Pero una menuda figura le obstruyó el paso al exterior.

—Lo siento—la castaña lo arrolló a través de los brazos, encubriendo el rostro en su torso—Por favor, no estés molesto conmigo, bien sabes que no lo soportaría

— ¿Cómo has sabido que estoy acá? —Luke frunció el entrecejo, empinando las mejillas de Caroline por medio de sus manos

—Preguntando se llega a Roma—contestó— ¿Podríamos hablar?

      Luke inhaló denso.

—Seguro.

     Caroline echó un vistazo al interior del área y sus ojos se encontraron directamente con los de Michael Clifford, quien curioseaba expectante la escena. La chica, exenta de recato, liberó una estruendosa risotada.

— ¿Qué es lo gracioso? —indagó Luke. Ella cogió la mano de su amigo y lo condujo a los corredores

— ¿Michael Clifford?, ¿en serio? —carcajeó con humor—Tienes una suerte de en sueños—mofó aún divertida

—Ni que lo digas—se le unió a la gracia. Para Luke no existía melodía más fascinante que la risa de Caroline

—Oh, aguarda—recordó la chica, desprendiendo algo del saquillo trasero de su short—Si dejo pasar más tiempo probablemente olvide dártelo—le cedió una pequeña plumilla de guitarra en matiz Klein blue—Cuando estuve en casa la envié a grabar con tus iniciales. Había pensado en poner 'Luke Hemmings', pero tu apellido es bastante largo—rió

     Luke sonrió. Ella sabía sus gustos, pasiones y aficiones a la perfección.

— ¿Intentas comprar mi perdón? —bromeó dejando a la vista una reluciente hilera de dientes. Caroline pensaba que su sonrisa era preciosa, incluso más que la de su novio, Austin

— ¡Me ofendes! —actuó pasmada—Es un recuerdo de vacaciones, un obsequio

—Me encantó—garantizó Luke, y no mentía. Al instante recordó el presente que consiguió para Caroline durante vacaciones, sin embargo no podía dárselo aún. No estaba lista—Gracias

—No hay de qué—murmuró ella—Quiero...quiero que sepas que eres muy importante para mí, Luke. Sabes lo mucho que detesto las discusiones...no...no quiero que te enfades por una bobada

—Tu salud no es una bobada—espetó él

— ¡Lo sé! —calumniaba, no lo sabía—Por favor, perdóname

—Mírame—demandó Luke al percatarse de cómo Caroline dialogaba con cabeza gacha. Ella alzó la vista—Prométeme que no volverás a ingerir esas píldoras

—Lo...prometo—Caroline soltó un suspiro, enlazando los dedos tras sus caderas

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Para las 8 personas que votaron, el jueves subiré el siguiente capítulo y prometo que va a estar mucho mejor.

Chica del Corazón Roto |l.h (Book #1) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora