Chica del Corazón Roto |l.h (Book #1) (Editando)

Capítulo XXXVI

Dedicado a Monse<3 una chiquilina a la que quiero demasiado.

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Y el chico cruzó la entrada principal por medio de zancadas. Se adentró a la estación y una oleada de personas le entorpeció el paso. Indagó a sus alrededores con ojos embebidos en lágrimas, de nebulosa mirada. Aclaró la vista privándose del pesar al que era sometido, y ahogó todo sentir mediante un abatido suspiro. Prolongó la marcha restregando la planta del calzado con los granos de arenilla de sobre el asfalto. Y tras un corto trecho, dio con el objetivo.

Sus cabellos le resbalaban por los hombros; vestía un suéter alvino, pantalones negruzcos y calzado del mismo matiz. De vez en cuando avistaba la pantalla del teléfono celular, para luego acomodar la valija situada a su costado. Jo.der, se veía preciosa.

Luke exhaló aún más abrumado, adquiriendo las agallas necesarias con tal de llevar a cabo el siguiente movimiento. Se avecinó hasta ella, residiendo frente a frente. Una bella sonrisa se ilustró en el rostro de la castaña, sin saber que tan veloz como embozó aquel gesto, pronto desaparecería, y quizás…para siempre.

—Creí que nunca llegarías—mencionó, aminorando las distancias con pretensión de fundir sus bocas, mas el chico no posibilitó el acto. Luke rehuyó girando la cara a un lado. Caroline pareció confundir— ¿Ocurre algo?—lo contempló interrogante— ¿No traes equipaje?

— ¿Desde hace cuánto te has estado viendo con el imbécil de Austin?—soltó. La joven lo observó desentendida

— ¿Cómo?—consultó, frunciendo el entrecejo

—Responde—encasquetó, apático— ¿Desde hace cuánto se han estado burlando de mí?

—No entiendo—renegó Caroline

— ¡Detente! —imploró, exasperado—Ya basta de mentir—pausó con el alma pendiendo de un hilo—Por favor…

—Lucas…—quiso acariciar su mano, no obstante él, raudo se alejó

—Sólo necesito que contestes…—silenció inhalando denso. Caroline presurosa percibió una desgarradora atadura obturarle la garganta— ¿Te reúnes con Austin a mis espaldas? —y ella guardó silencio—Sí o no

Lo miró angustiada, con las primeras lágrimas alojadas en su mirada, y no mencionó palabra alguna, concediendo veredicto a la duda. Luke deseó haber oído de los propios labios de la joven una tajante negativa en respecto a dicha recriminación, pero no fue así. Y es que aun habitaba en él la esperanza de un sentimiento sincero. Aquellos ojos provocaban más daño que una estúpida respuesta.

—No…—balbuceó Luke—Escúchame bien—comprimió la quijada, tal vez otorgándose el coraje suficiente para continuar—No quiero volver a verte. Desde hoy en adelante, Caroline Duarte es una completa desconocida...ya no pertenece a mi vida

Luke volteó intencionando desaparecer, desaparecer no tan sólo del establecimiento, sino también de la faz de la tierra. Ansiaba desplomarse en lamentos, llorar y llorar como un bobo miserable, justo ahí, frente a la muchacha. Se había reprimido demasiado.

— ¡Aguarda, Lucas! —clamó Caroline, que a diferencia de él, ya se zambulló a la balsa de sollozos

Logró coger su mano, fría, y ante el roce, Luke comprendió que no lo soportaría.

—No es como tú crees—no mintió. El joven la ojeó molesto, lloroso—Hablo en serio, déjame aclararlo

—Se acabó, Caroline—aseveró—No me fastidies más la existencia

Eso bastó para ultimar con la relación, el sentimiento y ambos corazones.

Cada quien por su pista, solos, de mente vacía y pensamientos estáticos; asemejando un desamparado satélite, un astronauta perdiendo todas las señales. Atascados ahí afuera, siendo olvidados por el mundo…sin poder aterrizar.