Chica del Corazón Roto |l.h (Book #1) (Editando)

Capítulo XXIII

La castaña apresó los labios del muchacho, adosando sus bocas de forma impecable. El desconcierto del joven produjo una tardía en contribuir tan deleitoso actuar, y es que la bizarra resonancia que emitían las pulsaciones de su corazón no le permitía conseguir la quietud que requería. Los vaporosos desplazamientos de los labios fueron adquiriendo viveza y la fricción de sus lenguas correspondió en suavidad.

Luke permanecía en una órbita ajena a la tierra. Percibió como su complexión ya no era densa materia radicada en el mundo, sino más bien, un tenue cúmulo de las más fascinantes emociones que había tenido el placer de vivir. Sin dudar, le era el efecto más extraordinario de todos.

Caroline, con la mente colmada de gozo y el alma a escaso de desamparar su cuerpo, se permitió flamear por una oleada de satisfacción. Por primera vez en su vida sintió lo que era el querer a alguien. El ser apreciado.

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La castaña concluyó relatando tal evento a Clara Lane con sumo detalle en cada pensamiento que cruzó por su cabeza en aquel instante. Le era inevitable no teñirse las mejillas de rojo al describir las emociones presentes en el acto, y con razón, si la chica siempre había sido bastante pudorosa en ese sentido.

— ¡Madre santa!—chilló, emotiva—No puedo creer que te hayas enamorado de Luke

— ¡Eh!—apresuró Caroline, perpleja—No estoy enamorada de Luke

— ¿Y todo eso que me has detallado? Nadie abre la caja de pandora con un simple beso.

—Pero no, Clara—aseguró en certeza—Dudo el sentir algo por Luke

— ¿Estás de chiste?—vociferó—Caro, sabes que el chico gusta de ti y le has besado sin pensar en las consecuencias

— ¡Que sabré yo! ¡He actuado sin pensar!—clamó con una atadura en la garganta. Tal vez no estaba del todo segura, quizás hasta ella misma deseaba admitir algo opuesto a lo que su corazón percibía

—Organiza esos pensamientos a la siguiente vez, pues te soy sincera cuando te digo que has prendado a Luke Hemmings.