La joven de piel morena estaba de pie frente al espejo. Llevaba un vestido rojo, con un escote en uve hasta la cintura, de manga larga y con dos aberturas, paralelas, en cada pierna. Tenía el pelo recogido con una coleta alta y dos cortos mechones de pelo, uno a cada lado de su cara.
Al oír la puerta de su casa abrirse, salió de la habitación y bajó las escaleras hasta estar enfrente de su invitada, Madelaine, su querida Madelaine, su querida Mad. La pelirroja estaba tan ocupada admirando la casa, que no se dió cuenta de la llegada de Jade.
-Buenas noches, Mad. -la chica de ojos miel se giró hacia ella, y se quedó asombrada cuando vio a la morena.
-Buenas noches, Jade -acto seguido, la miró de arriba a bajo, empezando por su precioso pelo negro, seguido por sus ojazos azules, sus delicados y gruesos labios, pintados de un color rojo muy oscuro, su mandíbula afilada, su alargado cuello, incluso se permitió recorrer su escote, provocando un pequeño suspiro al hacerlo, siguió la forma de sus caderas con la mirada, admiró sus delgadas piernas y acabó en sus preciosos pies.
-¿Te gusta lo que ves? -se atrevió a preguntar Jade, sacándo a Madelaine de sus pensamientos. Pero la joven no contestó, no pudo contestar, ya que, si la contestaba, empezaría un coqueteo sin fin que no podía permitirse.
Caminaron hasta una enorme sala de baile, dónde se encontraba un gran mesa redonda. La morena le ofreció uno de los asientos a su invitada y se sentó enfrente.
-Antes de empezar con esta cena me gustaría pedirte disculpas... -Jade no estaba segura de que se refería la pelirroja.
-¿A que te refieres? -preguntó intrigada.
-Me refiero a lo que pasó cuando teníamos 10 años... -contestó avergonzada.
-Aaaah... te refieres a cuando te revelé mi amor hacía ti, y tu me rechazaste diciendo 'No pienso salir con una asquerosa lesbiana'...
-Sí, quiero pedirte mis más sinceras disculpas por mis actos, fui brutalmente maleducada contigo, faltándote al respeto de una forma que nadie se merece y quería aclarar que ya no soy así. Prometo no volver a faltarte al respeto de esa forma. -os puedo asegurar que cuando Madelaine Watson hace una promesa, la cumple.
-Tranquila, hace tiempo que te perdoné.
-¿Por qué?
-Lo hice cuando me enteré de que eras bisexual. Me di cuenta que cuando me dijiste eso, hace ya 13 años, no estabas siendo homofóbica conmigo, sino contigo, porque al revelarte mis sentimientos, te diste cuenta de los tuyos y no quisiste aceptarlos. -la chica se quedó asombrada ante la respuesta.
-¿No sabrás leerme la mente, Jade Zanetti? -preguntó de broma.
-Que quieres que te diga, será que te conozco mejor que a ti misma... -dijo orgullosa. Fue entonces cuando llevaron los entrantes a su mesa.
-Para serte sincera, me sorprendió que quisieras revelar información sobre tu familia...
-Verás, no se trata de pasar información sobre la familia Zanetti en sí, sino de mi padre. -Ante aquella contestación la chica se atragantó.
-¿Quieres encarcelar a tu padre? -preguntó, casi susurrando.- ¿Por qué?
-Toda la familia quiere quitárselo de encima. A mi padre se le esta yendo de las manos todo esto. Un día nos comentó que quería hacer cierto negoció con cierta mafia coreana, que podrían duplicar el dinero que hacemos con nuestros negocios. Automáticamente le dijimos que no, que no eran de fiar, que acabarían con nosotros poco a poco.
-¿Cómo sabíais eso? -la interrumpió Madelaine.
-¿Por qué crees que la familia Ramírez ha desaparecido tan de repente? Yo te diré porque, porque hicieron un trato con los coreanos y ellos se los cargaron, quedándose con todo su dinero y sus armas.
-Pero, ¿por qué delatar a tu padre y no a los coreanos? -preguntó intrigada.
-Porque si mi padre va a la cárcel, no hay trato...
-Pero, ¿y si tu padre hace el trato antes de que le podamos meter en la cárcel?
-Se romperá igualmente. -al ver la cara de confusión de su invitada ante sus palabras, continuó- Una vez vean a mi padre arrestado, temerán que le haya contado algo a la pasma y desaparecerán del mapa.
-Entiendo... -acto seguido recogieron sus platos, la pelirroja se dio cuenta de que apenas había tocado su comida. Pero, por suerte trajeron el primer plato.
-¿Por qué no hablamos de algo más interesante? -preguntó Jade.
-Claro, ¿de que quieres hablar? -contestó engullendo su plato.
-De ti. -dijo de forma directa- ¿tienes pareja en estos momentos, Mad?
-No, la verdad es que no. ¿Y tu?
-No, aunque estoy interesada en alguien...
-¿A sí? ¿Puedes contarme algo de esa persona? -siguió comiendo.
-Solo puedo decirte que ahora mismo esta engullendo un delicioso plato de lasaña.-dijo, refiriéndose claramente a su invitada, cosa que hizo que rieran a carcajadas.- Por cierto,¿te gustó el pastel de tiramisú?
-En realidad, no pude probarlo...
-¿Por qué no?
-Bueno... digamos que dejar un pastel en un a comisaría... sin vigilancia y con un montón de polis hambrientos... no es una buena idea. -ambas empezaron a reír.
Después de unos minutos riéndose, empezó a sonar una canción. Ante aquello Jade se levantó, se acercó a Madelaine, le tendió una mano y le preguntó:
-¿Me permites este baile?
-Por supuesto. -tomó su mano y se levantó. Caminaron hasta dejar una cierta distancia con la mesa.
Aún con la mano cogida, Jade puso su mano libre en el hombro de Madelaine , y esta puso su mano libre en su cintura, con timidez. Al principio, la pelirroja estaba bastante rígida, pero poco a poco se fue relajando y acercando a su compañera de baile, ella hizo lo mismo, hasta que apenas había espacio entre ellas. Y, al ritmo de la música, la chica de ojos azules le susurro al oído:
-"I don't deserve this, you look perfect tonight" -apoyó su cabeza en el hombro de la chica con una sonrisa. Cosa que repitió la pelirroja sin darse cuenta. Siguieron bailando en silencio, incluso cuando la canción acabo. Ninguna de las dos quería alejarse de los brazos de la otra. Pero, por desgracia, sonó el teléfono de Madelaine.
-Debería contestar... -dijo susurrando, todavía entre los brazos de la chica.
-Sí, deberías... -se separo lentamente de ella, retrocedió unos pasos y aclaro su voz, incómoda, pues se le hacía raro no estar entre sus cálidos brazos. Mientras, la otra contestava a su teléfono.
-Detective Watson... -dijo.
-¿Madelaine todavía estas en esa cena? -la chica adivinó que era Bruno quién hablaba.
-Sí, ¿por qué? -preguntó intrigada.
-Tenemos un asesinato, en los Hamptons, donde estás tu ahora...
-¿Dónde exactamente? -puso un tono más serio.
-No sé si es buena idea que vengas si todavía estas en esa cena...
-Demasiado tarde ya me has llamado, ahora dime el sitio exacto de ese cadáver.
-De acuerdo, vale, es en el cruce entre Lynn Ave y Bay Ave.
-Bien no vemos allí. -colgó, y se dirigió a Jade- Lo siento, pero tengo un cadáver esperándome.
-Te acompaño.
-No, será mejor que te quedes aquí, estarás más segura.
-Oh, tranquila no es el primer cadáver que veo. -Madelaine prefirió no preguntar.
Sin decir nada más, ambas, cogieron un abrigo y salieron de la casa.
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CONTROL
RomanceMadelaine Watson es la mejor detective de Nueva York. Jade Zanetti es la hija del capo de la mafia más peligrosa e importante del país. Madelaine no quiere tener nada que ver Jade. Jade quiere tener de todo con Madelaine. A Madelaine no le gustan lo...