·Camila·

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Camila se despertó a causa de los rayos de sol. Se giró para poder dormir más y se encontró con una adorable Blake dormida frente a ella. Le dio un dulce beso en la frente, y volvió a apoyar su cabeza sobre la almohada.

-No pares... -gruñó la castaña. Río y la besó en la mejilla repetidas veces. Intentó levantarse pero la chica se lo impidió.

-¡Oye!

-Quédate un poco más, porfa... -hizo pucheros.

-No me pongas esos ojos... -miró la hora-...solo 5 minutos.

-Tengo suficiente...-se puso encima de ella y empezó a besarla. 

-¿Seguro que quieres hacer esto estando toda tu familia y amigos aquí?

-Tienes razón, no se te da bien estar calladita cuando lo hacemos...

-¿Perdona?

-No te preocupes, a la mayoría de chicas les pasa.

-¿Y a ti no?

-Bueno, no me has dejado tiempo para que te lo demostre...

-Pues a llegado el momento -Camila cogió a Blake de la cintura, la cual estaba encima de ella, la tumbó a su lado y se puso encima de ella. Sus besos eran tan apasionados que apenas podían respirar. Blake acariciaba su espalda por debajo de su pijama.- Tienes las manos congeladas... -dijo cuando se separaron un poco para respirar.

-Lo sé -sonrió y la volvió a besar.

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Minutos después, las dos estaban estiradas en la cama, con la respiración acelerada:

-Tengo que admitirlo, se te da mejor de lo que pensaba... -dijo Blake.

-A ti tampoco se te da mal... -Blake sonrió y le dió un pequeño golpe en el hombro. Miró la hora en su móvil:

-Creo que han pasado más de 5 minutos... -dijo enseñandole el móvil.

-Sí... eso es culpa mía... -rió. Se ducharon, se vistieron y bajaron a almorzar.

-Espera. -Blake se paró en medio de las escaleras- ¿Hueles eso? ¡Es beicon! -empezó a bajar las escaleras muy deprisa.

-Pero mirad qué nos a traído el viento... -bromeó Alexis.

-Comida... -contestó Blake, hambrienta por el olor a beicon que se podía oler por toda la casa.

-Buenos días -dijo Camila, sonriendo por las palabras de "su compañera de habitación".

-Buenos días -contestaron los demás. Las dos chicas se sentaron en la mesa, cogieron un plato y se sirvieron la comida.

-¿Qué tenéis planeado para hoy? -preguntó la cubana.

-Podríamos ir a Central Park a pasear un poco -propuso Veronica.

-Yo me apunto, -contestó Jordan- hace mucho tiempo que no voy por allí.

-Yo también me apunto -dijo Alexis.

-Yo también voy -dijo Blake mientras comía su almuerzo.

-Y yo -dijo Sam.

-Yo también -dijeron Camila, Bruno, Marie y Jade a la vez.

-Y tu, cariño, ¿te apuntas? -le preguntó Jade a Madelaine.

-Me encantaría, pero tengo que preparar una sorpresa. -acarició la mano de su novia y se levantó de la mesa, recogiendo su plato- ¡Pasadlo bien!

-¡Gracias! -contestaron todos a la vez. Camila cogió su cámara "bollaroid" (se como se llama la marca, pero me hacía ilusión cambiarle el nombre, tranquilos no es porque sea imbécil, que también)

-¿Vas a hacer fotos? -le preguntó Blake, abrazandola por la espalda.

-Sí, hace tiempo que no lo hago -le contestó acariciando sus brazos, mientras que con la otra mano sujetaba la cámara.

-Venga, vámonos o no tendremos tiempo de hacer nada. -dijo Marie. Cogieron sus abrigos y se acercaron a la puerta. Al abrirla se encontraron con un repartidor, a punto de darle al timbre.

-Traigo un paquete para Madelaine Watson.

-¡Ya voy! -firmó el papel que le entregó el chico y cogió el paquete.

-¿Qué es eso? -preguntó intrigada Jade.

-Es una sorpresa...

-¡Oh, venga ya!

-Venga, marchaos ya antes de que me persiga hasta el sofá... -todos salieron de la casa. Nos dividimos en dos coches. Jade, Veronica, Blake y Camila iban en uno. Marie, Sam, Bruno, Alexis y Jordan iban en el otro.

Al llegar a Central Park, se pasaron hora y media buscando aparcamiento. Luego dieron un par vueltas por el parque, pero cada uno quería hacer cosas diferentes, así que se separaron.

Todavía no había nevado en Nueva York, así que Camila pensó que era un buen momento para preparar un picnic:

-Cierra los ojos -le pidió Camila a Blake.

-¿Por qué?

-Tu hazlo, porfa... -puso ojos de cachorrito.

-Esta bien... -se tapo la cara con las manos. Camila la cogió por el brazo y la condujo hasta donde había preparado el picnic.

-Ya puedes abrirlos -Blake obedeció- ¡Ta Da!

-WOW... ¿Lo has preparado para nosotras?

-Sí, tu hermana no es la única que le prepara sorpresas a su novia por navidad.

-¿Ahora somos novias? -preguntó Blake, acercándose mucho a Camila.

-Depende -Camila se acercó todavía más a ella- Blake Watson, ¿quieres ser mi novia?

-Sí quiero.

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