🔰XIII🔰

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El tintineo de las llaves lo puso más nervioso. Agarrando rápidamente un par de mudas de ropa para ponerlos en la pequeña maleta.

—¿Magnus?

El nudo en su garganta se acrecento aún más al oír la calidez de su voz en su nombre. Se fue al baño rápidamente a por su pasta y cepillo de dientes.

—¿Mags? —. Ahora la voz de Alec se escuchaba realmente cerca. Magnus salio del baño con una pequeña toalla en manos.

—Alec —. Dijo Magnus en un jadeo algo asustado disimulandolo con una suave sonrisa en sus labios.

Ahora... ¿Que le dirá?

Magnus tenia la vana esperanza de irse antes de que Alec regresase del trabajo y así ahorrarle una despedida de momento innecesaria.

—Hey —. Pronuncio Alec, acercándose unos pasos para luego avanzar lento cuando vio la cara compungida de Magnus —. Te traje estos... Pase por la tienda de la señora Jones y compre unos rollos de canela que...

Alec no pudo continuar, escuchando unos leves pasos y un grifo abrirse y volver a cerrarse. Alec se puso en alarma pero al notar la cara de culpabilidad en Magnus su alarma se convirtió en confusión.

—¿Hay alguien aquí?

La voz de Magnus salio en un hilo bajo —. Si.

Los pasos se detuvieron en lo que parecia la entrada a la habitación que algunas vez compartieron. Una mata de cabellos castaños y cuerpo en traje cobalto a medida y zapatos relucientes llamaron su atención. Era Asmodeo Bane.

—Alexander —. Dijo Asmodeo los ojos claramente iguales a los de Magnus lo escudriñaron de arriba a abajo; desde las botas al tobillo negras, vaqueros del mismo color y la camisa de un color degradado azul hasta la chaqueta de cuero negra. Alec se sintió pequeño, usando todo su autocontrol para no encogerse, enderezando la espalda y tendiendo la mano en saludo.

—Sr. Bane —. Alec se aplaudió en su mente por su voz no temblorosa. Asmodeo Bane lo tomo con cuidado, moviendo de arriba a abajo antes de soltarlo con tranquilidad.

Antes de que Asmodeo siquiera abriera la boca, Magnus lo hizo —. Mi hermano esta muy nervioso por lo de la boda y esta por llegar la fiesta de compromiso. Esta casi por volverse loco.

—Y pensamos que Magnus podría venir a su casa para ayudarlo —. Alec no paso por alto en énfasis de sus palabras, pero para no armar lío no dijo nada.

—Alec —. Magnus llamo la atención de Alec de su padre a él —. Siento que es lo que debo de hacer. Estar con Ragnor.

Alec enmudeció, no por las palabras de Magnus sino por la suplica en sus ojos. Magnus no solo quería irse a ayudar a su hermano. Magnus solo quería irse.

Quiere irse.

Bueno —. Magnus apretó sus labios para evitar soltar tanto como un suspiro de alivio como un sollozo porque Alec entendió entre líneas —. Pero... ¿Y que pasará con tu vida aquí? —. Conmigo, Alec pensó —. ¿Y todo el trabajo que no terminaste en Idris?

—Hable con la gente de Idris, fueron muy comprensivos con el incidente —. Magnus por todos los medios evito ver los ojos de Alec que lo buscaban —. Y papá me prestara el dinero para devolverles lo del adelanto. Así que, no se —. Magnus alzo los hombros a espaldas de Alec, metiendo rápidamente las últimas cosas en la pequeña maleta —. No puedo hacer algo que no recuerdo.

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