Remember |Malec-AU|

🔰Epílogo🔰

Pinche wattpad qlero >:v

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Debieron pasar lo que para Alec fueron meses cuando en realidad fueron solo unos tres días antes de Navidad pata que Magnus aceptara una cita con él después de la noche en la que confeso a medias que quería estar con él verdaderamente.

Cita que no pudo llevarse a cabo por la ventisca de nieve que hubo en esos dos días. Y que al tercer día, Magnus le había dicho que su familia lo necesitaba en Navidad. Alec lo dejo ir con la promesa de que se verían al día siguiente, cosa que Magnus acepto encantado.

Y ahora estaba allí, su madre ir de un lado a otro por la cocina, viendo que el pavo estuviera listo y los demás aperitivos que irían alrededor. Alec fruncio el labio cuando vio a Isabelle usando tacos estando embarazada y ayudando a llevar cosas a la mesa familiar.

Mark estaba decorando un poco más el árbol grande y verde, los adpenos rojos y brillantes en contraste con los plateados que Mark puso alrededor, riendo suavemente cuando Edward lo agarro de la cintura para abrazarlo. Alec volteo a la risa de su madre viendo como Robert le plantaba un beso cálido en la mejilla; Max por un lado viendo una caricatura con Simón, Jace con Clary y Isak recién llegando y siendo recibidos por Alec y una gran sonrisa junto a los ojos brillantes centellar cuando vio al nene de cinco años recién cumplidos.

Alec lo tomo en sus brazos, moviéndolo en su cuerpo ante la risa suave de Clary y la sonora de Isak, el cabello rubio estaba un poco más crecido y ondulado, los ojos verdes iguales que Clary brillaban en diversión.

Quitándose la nieve de encima, Jace fue a ayudar a Maryse luego de saludarla, Clary a la mesa con Isabelle y Alec dejo ir a Isak con Max y Simón.

Todos estaban allí, la familia de Alec reunida, compartiendo la alegría de Navidad y las risas.

Pero Alec no se sentía feliz, claro que feliz porque su familia estaba allí, todos con todos, pero él no estaba con quien quería.

Alec en silencio tomo su saco negro y grueso que Maryse le obligaba a llevar cada vez que salía, y se retiro en silencio siendo la única que lo vio fuera Isabelle sin darse cuenta él mismo.

Las calles a esta hora de la noche, faltando solo treinta minutos para Navidad, estaban vacías. Una que otra persona corriendo para llegar más rápido o para comprar algo que olvido.

Alec caminaba lento, uno que otro fuego artificial pequeño se lograba ver en el oscura cielo de Nochebuena. Los silbidos que soltaban en su ida al cielo y reventar, los ladridos de algunos perros en protesta. La nieve a su alrededor manchando sus botas negras como escarcha esparcida, las motitas en su cabello y el frío en sus huesos le dieron un alivio extraño.

La mirada al suelo fue levantada rápidamente cuando llamaron a su nombre.

—¿Alec?

Era Magnus. El cabello en punta con motas de nieve en ella, el saco negro con una decorado en los hombros, el pantalón negro rasgado y las botas grises le daban una forma alargada a su cuerpo.

—¿Magnus? ¿Qué haces aquí? —. Pregunto Alec, el ceño arrugado en curiosidad y los ojos azules examinarlo por todos lados.

—Lo mismo preguntaría yo... Pensé que estarías con tu familia y no a mitad de la calle.

Ah, demonios. Pensó Alec, no había pensado en una excusa pata cuando salió ni mucho menos para cuando volvería.