🔰VI🔰

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—Esto es lo único que él encontró...

Magnus se aliso un poco la camisa azul que traía, los pantalones negros ajustados y los botines negros brillantes, su madre hizo una mueca que fue rápidamente oculta.

—Ya estas listo entonces ¿No es así Asmodeo? —. Asmodeo asintió con una sonrisa de lado, Magnus sintió un escalofrío por su espalda.

—Oh, Magnus... —. Magnus giro su cuerpo cuando la voz de Gray se escucho, cálida pero algo triste —. Escuche que ya te ibas —. Saco una pequeña libreta donde escribió un par de medicamentos, tanto para el posible dolor de cabeza y demás —. Además de esto, no puedes conducir hasta que yo te diga. Tendras que venir de aquí a cuatro semanas —. Tessa lo rompió y entrego a Lilith quien lo recibió con expresión neutral, los ojos de serpiente escudriñar a Tessa.

—Muchas gracias.

Y cuando Tessa giro se encontró con los ojos azules de Alec, la mirada con algo de alivio por ver que tal vez Magnus aún no se ha ido.

—Tengo algo.

Magnus se alzo de hombros, cruzándose de brazos dispuesto a escucharlo.

—Es un correo de voz... Un día antes de... De esto.

Magnus bajo la mirada. Alec deseo ver su reflejo en aquellos ojos dorados como antes. Sin decir nada más, Alec tecleo en el móvil, dando con el correo de un día antes del accidente.

Hola, mi amor. Soy el dueño de tu vida —. Una risa suave se escucho, Magnus sintió su corazón temblar —. Solo llamaba para preguntar como estabas. Llevo todo el tiempo aquí y juro que mis esculturas se empiezan a parecer a ti... Necesito tiempo contigo, con Alec si sabes a lo que me refiero —. A Magnus le entro la sensación de familiaridad, confianza y picardía. Soltó una ligera risa —. Dios... Te extraño demasiado. Tu futuro y orgulloso esposo te extraña demasiado. ¿Que dices sobre ir al cine mañana? A ver esa película sangrienta que tanto te gustan, me llamas. Te amo, Alexander.

La llamada termino y la habitación fue sumida en un silencio penetrante, la respiración forzosamente calmada de Alec taladro el alma de Magnus.

—No significa nada —. Lilith fue la primera en hablar, su tono de voz con ligera burla. Magnus le dio una mirada a su madre callandola con eso. Lilith se alzo de hombros.

—Es lindo... —. Magnus dijo, un destello de esperanza se vio en los ojos de Alec —. Me escucho... Feliz.

Alec suspiro fuerte, avanzo hasta estar a solo menos de un metro de Magnus —. Mags, escucha... Dejar la carrera de abogado, mudarte de California a Los Ángeles, seguir la carrera de Artes... Terminar tu compromiso. Fueron decisiones que tomaste mucho antes de si quiera conocerme. Y al menos, creo yo, que deberías ser fiel a eso... En vez de irte con tus padres y dejar todo por lo que has luchado.

Alexander claramente vio la batalla interna que Magnus tenia en sus ojos, la duda impregnada en ellos, Alec aguardo la respiración.

—Magnus —. Su padre hablo, poniendo una mano en su hombro. Magnus se sacudió de ello.

—Tiene razón —. Magnus miro a sus padres, la ira en ellos es posturas calmadas —. Quiero recuperar mi vida, mi memoria, y tal vez, Alexander pueda ser quien me ayude.

Y Alec, ante las miradas atónitas de unos padres que no habían logrado su cometido, para no agravar la situación no sonrió. Ni micho menos salto como pretendia hacerlo.

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Después de despedirse de sus padres, Magnus seguido en silencio a Alec. Cargando solo un bolso, Alexander llevaba la pequeña maleta, de vez en cuando mirando atrás para ver si Magnus no se había arrepentido y no había regresado a sus padres.

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