-Veintiuno.-

2.4K 247 40
                                    

Desperté en una incómoda camilla bastante estrecha con una tela blanca y otra azul que hacían las veces de manta. Tenía la cabeza apoyada sobre una almohada blanca casi tan plana e incómoda como el colchón de aquella jodida camilla de hospital. Cuando abrí los ojos, un chico  de rostro conocido, alto de complexión delgada y con el pelo castaño, algo despeinado, se encontraba dormido en una silla que había al lado de donde estaba yo. Estaba reclinado sobre mí, apoyando sus brazos y su tronco sobre mi pecho. Su mano sostenía la mía con cuidado y delicadeza pero a la vez el agarre era fuerte, como si no quisiera soltarme pasara lo que pasara. Las esquinas de sus ojos parecían estar rojas y su rostro algo húmedo. Una punzada se clavó en mi corazón cuando deduje que Taehyung había estado llorando por mí, aunque no me acordaba de lo que había pasado. Solo podía recordar que tras ver unas luces cegadoras como el sol, un terrible golpe me hizo salir despedido y aterrizar sobre el suelo, golpeándome el cuerpo entero. Intenté reclinarme sin despertarle, seguramente había estado cuidándome todo el tiempo que había estado dormido., pero en cuanto hice un solo movimiento sus ojos se abrieron de par en par, volviéndose brillantes al verme. Una amplia sonrisa iluminó su rostro y sin dejarme tiempo para preguntar, V me abrazó con fuerza y escondió su cabeza en mi cuello. Sentí como mi cuello de humedecía y oí como intentaba ocultar que estaba llorando. Envolví su cuerpo entre mis brazos y le besé la cabeza intentando calmarle.

  — He pasado muchísimo miedo, Jungkook, no sabes cuánto.— Dio un suspiro y respiró profundo, aclarándose la garganta.— P-pensé que te había perdido. De pronto cerraste los ojos entre mis brazos mientras yo llamaba a emergencias y...— Su voz comenzaba a temblar, impidiendo que acabara lo que estaba diciendo. 

  — Estoy algo confuso... no recuerdo muy bien lo que ocurrió...— Dije frotándome los ojos con la mano que tenía libre. Nos separamos del abrazo con cuidado de no quitar las vías que estaban puestas en mis brazos por las que circulaba el suero y sequé las lágrimas que rodaban por su tersa mejilla.

  — Estábamos caminando yendo hacia el parque cuando recibiste una llamada, lo cogiste y te dijeron algo que no pude oír. Pero en cuanto colgaste, un coche grande y negro con los cristales tintados fue directo a tí. Impactó contra tu cuerpo y saliste despedido hacia el bordillo... Te golpeaste la cabeza y empezó a salir sangre, te sangraba todo el cuerpo y yo... yo no sabía que hacer... Llamé a emergencias y en menos de cinco minutos te llevaron en ambulancia. Yo te acompañaba en ella cuando de repente oí decir a uno de los médicos que estabas perdiendo mucha sangre y que corrías riesgo de desangrarte en cuestión de minutos. Pensé que te iba a perder, que después de todo lo que había pasado hasta que estuviéramos juntos se iba a perder en esos cinco minutos, que no te iba a volver a ver junto a mí y que no tendremos citas ni podré decirte lo mucho que te quiero. Cuando llegamos te operaron de urgencia y te pusiste estable. Estaba tan feliz de que estuvieses bien que yo...— Se acercó a mí y me dio un tierno beso en la mejilla, casi en la comisura de mis labios. Ignoró que casi me había besado y me volvió a abrazar con fuerza.

  — Eso explica por qué me duele todo...— Reí intentando quitarle hierro al asunto.— Ahora estoy bien, es lo que cuenta.— Disolvió nuestro abrazo y me miró, a lo que yo le sonreí lo mejor que pude.—¿Cuánto llevaba dormido?

 — Una semana. Todo ha sido culpa mía... estoy seguro de que es por mí, si yo no te hubiera insistido en que cogieras la llamada no te hubieras distraído y...-

— ¿Una semana? Me esperaba dos días como mucho o algo. No ha sido tu culpa, ha sido un descuido. Espera, ¿llamada? 

  — Sí, alguien te llamó y después de eso-

— ¿Puedes pasarme mi móvil?— Dije señalando a la mesita de noche que había junto a la camilla. Recordé que una voz femenina conocida me dijo 'Te lo dije' antes de que pasara todo eso. Miré el registro de llamadas y ponía que era un número oculto, pero sabía de alguien que sabía descifrarlos muy bien.

El destino. [Vkook] || Primera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora