ᴛᴜʏᴀ #2 (ʀᴜɢɢᴀʀᴏʟ)

27

KAROL.

-Y yo me voy... - dijo Franco caminando hacia la puerta pero lo jale.

-¡No! ¡Tu no te vas!

-Claro que si, no le quiero ver la cara a Ruggero.

-Oh vamos Fran, no me dejes sola en esto.

-Pero si esto te lo buscaste tú sola, tienes que resolverlo tú sola.

-¡Franco!

-¡Karol!

-Hermanito tu sabes que yo te quiero mucho.

-¡No! No voy a caer en tus cariños.

-Fran, no seas asi.

-Pero es algo de pareja, no puedo estar aquí.

-Pero...- no alcancé a decir y la puerta se abrió dando con Matteo con esa cara de pocos amigos que tanto le conocía, y otra vez mi corazon latia a mil.

-¡Pasquarelli! - lo saluda Franco.

-Franco, ¿Como estas?

-Bien, saludando a mi hermana pero ya me voy.

- Que bueno porque ya te iba a echar. - le dijo Ruggero serio. - Necesito aclarar algo.

-¡Ruggero, no seas grosero! - le dije.

-Tu mejor te callas, me tienes hasta el punto máximo del mal humor.

- Relájate Pasquarelli-Le dijo mi hermano-Escuchala.

- La voy a escuchar Franco, porque sinceramente no se que mierda hice para que ella me haga esto. - me señaló y mis lágrimas otra vez estaban a punto de salir.

- Los dejo, relajense un poco y hablen con calma.

- Si, bueno chao-Le dijo Ruggero casi tirándole la puerta en la cara.

- No tenias que tratarlo así-Le dije casi en un susurro.

-¡Al cuarto ahora!

-Ruggero...

-¡Ahora te he dicho!

Camine lentamente y él iba atrás de mi, Dios, ¡¿Por que tenía que ocultarle algo asi?!

Entre al cuarto y me quedé de pie mirándolo.

- Desnudate.

- ¿Que? - lo mire sin entender.

- Desnudate. - me repitio.

-¿Por qué quieres que me desnude?

- Solo desnudate, solo te quiero en bragas.

Me quite la ropa algo temblorosa, quedando como el me dijo, solo con unas lindas bragas que decían SWAGGY en el trasero en letras negras.

-¿Y ahora? - le pregunté con miedo.

- Shhhh.

Me callo, se quedó en frente de mí a unos tres pasos de distancia, me miro el rostro, miré sus ojos, esa mirada casi quemaba, vi como su mirada bajó hasta mis senos quedándose fijamente mirándolos, alzó una ceja algo divertido por lo cual no pude evitar sonrojarme, moví mis manos algo inquieta después su mirada bajó hacia mi vientre, sonrió y se me acercó arrodillándose al frente mio colocando sus manos en mi barriga.

-Estoy enojado con tu mama. - dijo de repente. - No sabe el daño que me ha hecho al ocultarme de tu existencia. ¿Será que seré un mal padre y por eso no me lo decía? - una lagrima rodo por mi mejilla mientras lo veía hablándole a nuestro bebé.