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Les resumiré mi semana mientras estuve expulsado; en las mañanas, cuando Jungkook estaba en la escuela yo volvía a mi forma humana y vagaba por ahí o me quedaba en casa (obviamente no había alguien en ella). Y cuando Jungkook volvía de la escuela le hacía compañía hasta que el día terminaba. Me estaba acostumbrando a él.

No soy mucho de rutinas pero esta forma de vida es bastante cómoda, lamentablemente llegó a su fin y tuve que enfrentarme a mis padres, así que simplemente me aparecí el sábado en casa.

—Min Yoongi ¿dónde has estado?—pregunto mi padre, sin levantar la vista del periódico.

—En la escuela, como siempre.—mentí.

—¿Acaso duermes en la escuela?—su tono de voz refleja muy bien su enojo. No contesté y mi padre siguió hablando.

—Ni siquiera puedes mentir Yoongi, ni siquiera eso puedes hacer bien. Nos llamaron de la escuela, la directora dijo que te metiste en problemas y por eso te expulsaron. ¿Es correcto?— Asentí con la cabeza, mirando al piso, no tenía el valor de mirar a mi padre directamente. Aunque él tampoco se digna a mirarme.

—¿Cuándo vas a aprender? ¿cuándo dejarás de ser una molestia, Yoongi?—Esta vez me miró, pude sentirlo. — Vete, ni siquiera quiero verte.

Fui corriendo a mi habitación, me encerré y empecé a tirar todo. No sé que sentimiento es más fuerte; el enojo o la tristeza. Mi padre vio mi cara llena de golpes, mis heridas ¿y sólo dice que soy una molestia? ¿no se puede preocupar siquiera un poco?

Para acabarla, en ese momento llegó mi madre, abrió la puerta de mi cuarto y empezó a gritar un sin fin de cosas, cosas como; "¿¡no te puedes comportar si quiera un día!?" "¿¡disfrutas el hacernos enojar!?" "¿¡Porque no puedes ser como tu hermano?!" y para terminar...

—Vamos a ir a cenar hoy, como una familia y es justo por eso que no queremos que vayas.—se fue y azotó la puerta de mi cuarto. Mierda, de cierta forma esperaba que pasara esto, da igual.

Se fueron sin siquiera despedirse o dejar un poco de dinero para que yo pudiera comer algo. Salí de la casa y caminé muy lejos de ahí, perdí la cuenta de los cigarrillos que había fumado ese día.

Me pare justo frente a un restaurante, tal vez si uso mi forma gatuna pueda comer algo...lo intenté y sólo recibí una patada de parte del mesero, maldito esto me lo pagará. Caminé y caminé hasta llegar a otro restaurante o mejor dicho un puesto de comida callejero, todo se veía tan delicioso, incluso esa comida callejera...

—¿Yoongi hyung?—Sentí que alguien tocaba mi hombro.

—¿Qué mierda te pas...—quité esa mano de mi hombro.

—¡Perdón!—¡JUNGKOOK!

—¡No! Tranquilo, perdóname tu.—la cagué— ¿qué haces fuera a estas horas?

—Lo mismo puedo preguntarte, hyung. Parece que estas hambriento. 

—¿Es tan notorio? Es una larga historia.

—¿Porque no simplemente compras algo?—este mocoso se cree que la tengo fácil. No le contesté y desvié mi mirada.

—Pide lo que quieras, yo lo pagaré.—dijo eso y me llevó hasta una mesa, todo fue muy rápido no pude reaccionar. Nos sentamos y una chica nos dejo dos menús.

—¿Tu no tienes hambre?—le pregunté.

—Algo. Siempre tuve curiosidad de comer en uno de estos lugares.

—Te lo pagaré después.

—No te preocupes por eso, es lo menos que puedo hacer después de que me defendiste de Jackson.—se levantó y se paro frente a mi—Perdón, te expulsaron por mi culpa.—hizo una reverencia muy inclinada, casi se ponía de rodillas.

He's not a typical boy. [YoonKook/SuKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora