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Se pasaron la tarde de esa forma, Jungkook explicando temas y Jimin haciendo su esfuerzo por entender. La señora de limpieza les trajo unos bocadillos; galletas y vasos con leche, rica leche.

— ¡Gracias! -dijeron al unísono.

— Comeremos después de terminar. -dijo Jungkook, anotando una fórmula en la pizarra, pero Jimin ya tenía una galleta en la boca.

— Ehta biehn. -contesto con la boca llena.

Jungkook lo miro y sonrió. Sentía que todo mi ser estaba en llamas, y mi corazón se retorcía, de tener manos, estaría apretando mis puños.

Me paré y fui hasta Jungkook, maullando, tratando de llamar su atención.

— Suga, estoy ocupado. -ni siquiera me miró.

— Dudo mucho que te entienda, es un animal. —dijo Jimin, tomando apuntes.

Seguí insistiendo con Jungkook, comencé a restregarme en sus piernas, no sé porque, creo que es instinto.

— ¡Te dije que basta! —Jungkook gritó con tono molesto, me levantó y me sacó por la ventana, dejándome en el borde de esta.

Me quedé en la ventana, mirando fijamente a Jimin.

— Ehhh, Kookie, tu gato da miedo.

— Quiere atención y no puedo dársela ahora. -de nuevo, Jungkook ni me miró.

Empezaba a caer la noche y los chicos por fin terminaron de estudiar, se sentaron  en la cama de Jungkook que no es muy grande, así que estaban muy juntos. Comencé a maullar para que me dejara entrar, Jungkook no se pudo resistir y abrió la ventana. Pero no me prestó atención, siguió comiendo con Jimin, terminando con todas las galletas.

— Muchas gracias, Kookie, en serio.

— No es nada, pero Jin también es bueno, ¿Por qué no fuiste a su grupo de estudio?

— Porque... con Jin van más chicos, pienso que sería lo mismo que ir a clases normales. Aparte, así nos podemos ver más.

— Nos vemos más seguido desde que Yoongi despareció. —la sonrisa de ambos se borró y Jungkook fijo su mirada al suelo, creando un silencio incómodo para ellos.

— ¿Lo extrañas? —pregunto Jimin, muy serio.

— Más que a nada en el mundo. —la voz de Jungkook sonó quebrada.

— ¿Incluso después de lo que hizo? —el tono de Jimin pasó de serio a irritado.

— Cuando pienso en él, recuerdo todo lo bueno que pasamos... en la escuela todo se siente muy vacío... pero, al pensar en lo que me hizo... me siento peor. Ojalá pudiera volver atrás en el tiempo.

El tono de Jungkook me hizo sentir punzadas de dolor en el pecho, mierda, como quisiera poder abrazarlo muy fuerte... olvidar todo... ¿los gatos lloran?

Jimin abrazó a Jungkook, y este ocultó su rostro en el hombro de Jimin.

— Esta bien, Kookie, estoy aquí. Ese tonto no te merece.



— ¡Mierda! —grito Jimin.

— ¿Qué pasa? —ambos se levantaron de la cama, que se sentía mojada— ¡Suga!

No pude soportarlo, tiré ambos vasos que aún tenían un poco de leche, haciéndola derramarse en la cama.

— ¡Señora Jeong! —grito Jungkook, y casi de inmediato llegó la señora de limpieza.

— Mande, Jungkook.

— Por favor, limpie esto. —la señora asintió y salió del cuarto de Jungkook para ir por una cesta para ropa. Cuando volvió, ambos chicos salieron del cuarto para dejarla hacer su trabajo en paz, yo los seguí cautelosamente para que no me viera la señora.

— Creo que será mejor que me vaya. —Jimin volvió al cuarto para recoger sus cosas y ambos bajaron a la entrada de la casa.

— Disculpa a Suga, realmente no sé qué le pasa.

— Esta bien, los gatos son problemáticos. Gracias de todas formas.

— No es nada, si sigues con dudas puedes preguntarme.

Jungkook abrió la puerta y Jimin salió, este hizo una reverencia a Jungkook.

— ¿Qué haces? -preguntó Jungkook, sonrojándose— Soy menor que tú, no hagas eso.

Jimin volvió a su postura erguida y a forma de despedida, besó a Jungkook en la mejilla. Hecho eso, se fue rápidamente.

— ¿Qué pasa con él? —susurro Jungkook, volviendo a entrar a su casa.

Al entrar a su habitación, su cama estaba como si nada hubiera pasado así que Jungkook se dejó caer en esta, con la mirada perdida en el techo de su cuarto, pensando en voz alta. Yo subí a la cama también, y me recosté en su pecho que bajaba y subía al ritmo de su respiración.

— Mi cabeza va a matarme, y no precisamente por los exámenes.

"Lo sé", dijo una voz en mi mente.

— Extraño a Min pero, cuando lo vuelva a ver, le daría un abrazo o un puñetazo, o tal vez ambos.
Si es que lo vuelvo a ver...

Las manos de Jungkook comenzaron a acariciarme, estaban frías pero sus caricias eran muy cálidas y lentas.

He's not a typical boy. [YoonKook/SuKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora