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Ya no me esforcé en llamar la atención de Jungkook, sé que es vano.

Las clases terminaron y mis amigos decidieron retarme en el basquetbol, así que salimos del salón y fuimos rumbo a las canchas. Como era de esperarse, no pudieron contra mí.

—Ah, ¿cuándo podremos ganarte, Yoongi? —preguntó Hobi con la respiración agitada.

—¿Aún tienen esperanzas de ganarme? Me voy, nos vemos mañana. —tomé mi mochila, pero antes de salir de las canchas Tae me gritó.

—¡Vamos juntos!

—Como quieras.

Salimos de la escuela y me iba a despedir de Tae, pero él sólo me miro raro.

—Me tengo que ir.

—Eres tonto, dije que vayamos juntos.

—¿Hasta mi casa? La tuya no queda nada cerca de donde vivo.

—No me importa, dije que vayamos juntos.

Dijo eso y me jalo del brazo hasta la parada del autobús. Cuando llegó dicho transporte volvió a jalarme para subir y de hecho, pago mi pasaje. Este tonto está siendo muy amable y eso me asustaba.

—¿Qué te pasa?

—¿De qué? Soy tu amigo, es normal ser amable con tus amigos. —dijo eso y me dio su sonrisa cuadrada que tanto lo caracteriza.

—Sí, pero primero hiciste que todo el salón viera como Jungkook me rechazó.

—Perdón por eso, estaba bromeando y bueno, de verdad no pensé que pudiera salir así. - su sonrisa se borró tan pronto como había aparecido.

—Esta bien...

—Y es justo por eso que vengo contigo hoy, ¿qué rayos se traen Jungkook y tú? —me miro, bastante serio.

Le conté todo, bueno, casi todo. Obviamente no le dije que soy un gato y tal, pero fuera de eso, le conté sobre lo que había pasado con Jungkook. Incluso sobre las veces que follamos.

Le hable sobre lo que siento por Jungkook, y cómo fue que en meses se convirtió en un chico bastante especial para mí.

—Ya veo... —fue su única respuesta.

El bus se detuvo y nosotros bajamos, pero en vez de ir a casa, Tae me llevo a comer, luego al karaoke, y de ahí al boliche.

La tarde se pasó muy rápido, y casi había olvidado lo que pasó con Jungkook en la escuela. Tae me llevo a casa cuando apenas empezaba a ocultarse el sol y lo deje pasar, había pagado todo lo de hoy a pesar de ser casi como yo en el aspecto económico, lo menos que podía hacer es dejarlo estar en mi casa un rato.

—Vaya, años sin estar aquí. —Tae se paseó por mi cuarto como si estuviera en un museo.

—¿Cuándo fue la última vez que viniste? ¿Cuándo estábamos en la secundaria?

—Creo que apenas íbamos a entrar a secundaria, te mudaste aquí y me invitaste a comer.

Conocí a Tae en el jardín de niños, es lo que todos llaman "mejor amigo". Sólo que, desde que entramos a la Universidad, nos hemos alejado bastante.

—Te tardaste en venir. —le dije.

—Tu tampoco me invitaste- contestó él.

Hubo un silencio incómodo, él tiene razón.

—Bueno, se hace tarde y no quiero llegar a casa tarde, Yoongi me retiro por hoy. —Tae rompió el silencio, e hizo una reverencia.

—¿Desde cuándo me tienes respeto? Vamos.

Lo acompañé hasta la puerta e incluso salí de casa con él. Le di la mano, a modo de despedida, pero él tomó mi muñeca y me abrazó.

—Yoongi, no dejes que ningún mocoso te haga sentir como una mierda. Él no te merece. 

Sólo me quedé inmóvil, sin corresponder el abrazo. Después me soltó, alborotó mi cabello y se fue.

He's not a typical boy. [YoonKook/SuKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora