He's not a typical boy. [YoonKook/SuKook]

~12~

Domingo 12pm

Me desperté a esa hora con un hambre bestial, así que me levanté a buscar algo en el refrigedador. Pero no había algo que estuviera ya preparado.. hmmm tengo mucho sueño como para salir...

Antes de pensar en más opciones mis ojos se posaron sobre un filete de atún, crudo obviamente. De estar en mis cinco sentidos no lo habría comido ni aunque estuviera cocinado, pero sin darme cuenta ya me lo había terminado, estuvo tan delicioso.

Volví a dormir bastante satisfecho.

~

En la escuela, Jungkook era un poco empalagoso, me tomaba del brazo y se le veía realmente animado. La gente en los pasillos susurraba mucho al vernos pasar.

—¿Porque el nuevo no te deja en paz?—me preguntó Tae—¿Es tu novio o qué?—empezó a reír con su propio chiste.

 —Algo así.—contesté sin darle mucha importancia.

El salón se quedó en silencio, eso sólo significa que todos los que estaban ahí escucharon mi respuesta.

Jimin me fulminó con la mirada y salió del salón ¿qué le pasa? Tae dejo de reír al instante que escuchó mi respuesta.

—Wow Yoongi, siempre supe que eras marica. —Tae empezó a reír de nuevo ante su propio chiste y recibió un golpe  de mi parte. Los chicos y chicas del salón empezaron a susurrar entre ellos, Jungkook no estaba pues fue al baño y creo que es mejor, de lo contrario lo habrían empezado a molestar.

Las clases avanzaron como siempre y nadie volvió a mencionar mi "relación" con Jungkook así que parecía que nos dejarían en paz.

Cuando las clases terminaron, mis amigos, menos Jimin, me pidieron quedarnos para jugar baloncesto. Le dije a Jungkook que se quedara también.

—Pero hyung, yo no sé jugar.

—Entonces aprenderás. —lo tomé del brazo y lo llevé hasta la cancha para enseñarle lo básico. Cómo botar, hacer los pases, hacer los tiros y el pivote. Sabiendo esto nos pusimos a jugar un poco Jungkook conmigo contra Tae y Hoseok, si bien Jungkook no era el mejor jugador hacía su esfuerzo e íbamos ganando, Jungkook me hizo un pase y algo extraño pasó.

Al momento de lanzar el balón hacia la cesta este cayó muy cerca de mi, me acerqué a ver que le pasó y estaba desinflándose. Antes de que llegaran los chicos a ver que pasó, mire mis manos y mis uñas estaban largas y puntiagudas.

—¿Qué paso? —escuché a alguien preguntar, y antes de que vieran que pasó, salí corriendo.

Corrí sin parar hasta llegar a un parque muy grande, me senté en una banca para poder pensar ¿qué mierda esta pasándome?

Mis uñas seguían siendo malditamente filosas y largas, aparte de que volví a sentir un hambre muy atroz. Normalmente no siento tanta hambre.

Sólo hay una persona que me puede ayudar. Llamé al celular de mi hermano.

— ¿Qué quieres?

— Necesito ayuda, cosas raras me están pasando.

—¿Hmmm? ¿Dónde estas?

— No lo sé, mis uñas son jodidamente largas y siento que puedo comerme un pavo entero, por favor ven.

—Mierda, temo que puede ser. Activa tu GPS llegaré pronto.

Y así fue, cuando llegó me reviso completo y dijo que mis pupilas ahora eran bastante delgadas y que incluso mis colmillos estaban más puntiagudos que de costumbre.

—Ya sé a donde tenemos que ir.—Me llevó hasta una calle bastante sola, comencé a pensar que estaba bromeando pero me llevó a una clase de lugar donde te leen el tarot.

La chica que nos recibió supo de inmediato que me pasaba e incluso reconoció a mi hermano.

— Por favor pasen por aquí.—La chica nos dirigió a un cuarto muy oscuro, lleno de humo y un montón de cosas raras. Me recordó a la maestra loca de Harry Potter.

Nos sentó en el piso, ella detrás de una mesa llena de cosas raras como aceites y huesos. Tengo miedo.

—Min Yoongi, ¿cómo te has sentido últimamente? —sus ojos miraron los míos, su mirada era muy profunda sentí que me veía el alma.

—Soy un revoltijo de emociones. —contesté.

—Ya veo...—se levantó y de la nada estaba muy cerca de mi cara.

—¿Sabe que me pasa? ¿Qué hace?—dije apartando mi rostro del suyo pero ella tomo mi barbilla y miró mis ojos muy concentrada.

—Déjame revisarte. Esto es muy extraño, normalmente no hay transformaciones a medias. Deja te explico.—volvió a su lugar tan rápido como se levantó.

—Tu puedes ser un gato simplemente si lo quieres, nisiquiera tienes que esforzarte pero estas creciendo ahora, si tu mente es un caos tu cuerpo tambien lo será. ¿La razón? Puede que sean las hormonas, algo así como los cambios en la pubertad y recuerda que dejaras de crecer hasta los 21 años.

—¿Y que tengo que hacer? —no le creía mucho, la verdad.

—Contrólate, no te cargues de sentimientos es decir, si esta muy molesto o muy triste o muy feliz no lo ocultes, desahógate.

Salimos de ese lugar y sólo quedé con más dudas que respuestas... Creo que es hora de hablar seriamente con mis padres sobre mi "don".