Capitulo 26

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Pude entender que es lo que sucedía. Dios no quería avisar que el día del juicio final llegaría, él quería hacerlo cuando se le diera la gana.

Y hoy, se le había antojado acabar el mundo.

Todos los niños desaparecieron junto con sus demonios, dejándome completamente sola. No tuve miedo, ni siquiera una pizca de nervios.

Si en algo agradezco, es de que ser la descendiente de Lilith me proporcionó más seguridad en mi.

El arcángel Miguel se quedó a unos diez metros de mi al igual que todos los ángeles que venían con el, su ejército celestial.

Tan esplendoroso como siempre, años, siglos sin verlo. Hubiera seguido así.

—Hola, Gabi, ¿Cómo has estado?, ¿Papi te ha tratado bien?— salude con humor.

—Tan excelente me ha tratado como para destruir tu reino y poder seguir en paz. Pequeña Lilith, dime ¿Adan siguió con Eva? Hacían una maravillosa pareja, fue muy afortunado de que tú te marcharas. — sonrió.

—La verdad se la pasó muy bien Adan, follandose a Eva y a sus hijas e hijos, ¿cómo crees que comenzó la humanidad?, bestiales, a Dios le dio asco que se metieran hijos con madres y padres con hijas que lo vio como pecado. ¿Pero qué creía que iba a pasar?  Que se follaran a algún animal del reino, como lo hacen actualmente. Hubieran salido más como tú, palomita. —  sonreí.

Enseguida comenzaron a llegar los demonios que están al cuidado de los niños. Supongo ya los han puesto en algún lugar seguro.

—Chicos, por favor, tranquilícense, porque no tomamos un café, puedo darles un excelente servicio de cafetería junto con unos exquisitos panes. ¿Qué dicen? ¿Porque no disfrutar un día la hermosa Tierra? No todo en la vida es prepararse para la guerra. Una guerra estupida. —  Mire a Miguel y su mirada me dio toda la información sobre su odio hacia mí.

—¿Porque no te vas a la mierda?— grito mientras que de una velocidad impresionante, ponía su asquerosa espada sagrada en mi cuello.

—Un arcángel no puede ser tan grosero, tan negativo, podrías contaminarte de la oscuridad. Sería un buen aliado.— lo tome por el cuello y lo aventé lejos, enseguida los Ángeles comenzaron a pelear contra mis demonios.

¿Dónde carajos está END?

Espero y se esté haciendo cargo de Romeo.

Pude sentí el corte de su filosa espada en mi brazos haciendo una rajada bastante escandalosa, al menos no dolía tanto. Mi cuerpo se lleno de fuego y unas alas hermosas a la par de grandes, se formaron en mi espalda. Una extraña espada de empuñadura negra con un rubí en el centro apareció en mis manos. Lo tome y mi energía también recorría el cuerpo total de esta.

La sentí poderosa. Me sentí más poderosa.

—¿Porque tienes que hacer esto? ¿Porque no sólo desapareciste?— grito Miguel.

—Porque ya no quiero este mundo, un mundo lleno de ira, soledad, tristezas, mierda, adultos apagando las velas de los niños inocentes, ya no más. —  grite mientras me lanzaba hacia el.

Espero y no lleguen los otros alados.

Porque si no, esto va a ponerse feo.

Alma CorrompidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora