Capitulo 14

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Llegue a una zona un poco rural, llegue al centro del pueblo, todo se veía tan tranquilo.

Puse el GPS para poder llegar a la locación de la nueva cafetería. Mientras daba vuelvas observe las calles empedradas, las casa rústicas, con toques cálidos en las paredes,  llegue a una casa.

¿Una casa? Pero, ¿qué no era un local?



Baje de la camioneta dudosa, saque las llaves y las metí en la cerradura, dio el click de que estaba en el lugar correcto, enseguida se abrió la puerta, un precioso jardín me daba la bienvenida, con algunas mesas plegables amontonadas en una esquina. Algunas enredaderas preciosas adornaban las paredes, la fachada de la casa era preciosa, un pequeño techo incompleto con varios pedazos de madera haciendo una sombra no perfecta. Un vitral precioso, enseñándome desde lejos el interior de la casa.

El ladrillo rojizo daba un toque precioso, las ventanas de todo el lugar eran como en las épocas de antes, dos  puertas que se abrían para afuera, ¡hermoso!



Había un camino de piedra de rio, que llevaba a la parte de atrás. Pero antes, metí la camioneta con mis pertenencias, tengo que limpiar y acomodar este lugar, para poder inaugurar la cafetería.

El sol caía en mis hombros, dejándome un rico picor en la piel.

Seguí el camino de piedra de rio, llevándome a la parte trasera de la casa, cuando lo vi, quede en estado de shock.

¡Un puto lago! ¡Un puto lago!

¡Esto es enorme!

Calculaba que media casi aproximadamente 30x30 metros. ¡Joder!

Esto está ¡CABRÓN!



Salí de ahí en shock, me adentré a la casa y quede con el ojo cuadrado. Una cocina preciosa, unas escaleras con detalles de forja en protecciones, por lo menos 20 habitaciones me rodeaban en todo un pasillo. El cuarto del fondo me llamó la atención, me acerqué a paso decidido, cuando abrí la puerta, quede maravillada. Tenía una vista exquisita al lago. Los pequeños árboles que lo adornaban se veían fantásticos. Algunas luces de Navidad quedarían ahí, bueno, no las coloridas, las de un solo color.

¡Al carajo! Este será mi cuarto mientras arreglo esta casa.

Me fui a la camioneta por algunas cajas que me había dado Levy. Saque platos, tazas, copas, cucharas, todo utensilio para la cocina. De repente muchas guía de luces con focos grandes aparecieron ante mi.



Levy y yo tenemos gustos similares.



Saque la extensiones de exterior y comencé a hacerle de electricista.

¡Boom!

¡Un puto corto eléctrico!

Corrí a la caja de electricidad, baje la luz y todo volvió a la tranquilidad, busque el origen del corto y lo vi, había un poco de agua en el cable, exactamente en la uniones.

Comencé a arreglarlo, hice todo lo que pude, y la luz jamás regresó.



En penumbras estaba encerrada en mi cuarto, al menos tenía velas para cualquier emergencia, veía por los ventanales y el patio ya no se me hacia tan bonito. Se veía tenebroso, tétrico. A lo lejos divisé una sombra. Parada junto al árbol.

¡Mierda!

Cerré mi cuarto con llave, junto con los ventanales, cerré perfectamente las cortinas. Aleje todas la velas de las ventanas, ahora creo que daba la apariencia de que no había nadie en la casa. Comencé a recordar que todo estaba perfectamente cerrado. Levy, había mandado a activar una alarma y protecciones para las cerraduras en caso de robo.

Seguro solo se habían ido asomar por curiosidad. Mañana iría por Malla metálica. Le conectaría una cable para que tuviera electricidad y así nadie osara en brincarse.

Fui a la cama y me recosté, mis inseguridades comenzaron a presentarse, me levante rápido y puse una silla en la puerta, solo por cualquier cosa.

Volví a la cama, me acosté, y me quede en silencio para oír algún ruido raro. Nada, todo estaba en silencio.

Mis ojos comenzaron a cerrarse. Dormite por cinco minutos hasta que el sonido de alguien queriendo abrir la puerta de mi cuarto me hizo brincar del susto.

¡Mierda! ¡Mierda!



Me levante de un salto, tome la trinchera de la chimenea.

Esperen, ¿les dije que tenía chimenea? Pues la tiene.

Me acerqué  a la puerta y el ruido cesó.

Me acerqué y no se escuchaba ni una respiración.

Tal vez fue mi imaginación, recargue mi frente a la pared por al menos 20 minutos, no pasaba nada.



Seguro lo soñé. Cuando me iba dar vuelta, mire primero las velas, y cada una se fue apagando como si alguien les soplará. Me quede estática.

Cuando iba a voltear de sopetón, una mano cubrió mi boca y la otra me agarro  los brazos  pegándolos a mi cuerpo.

—No grites pequeña— sentí su respiración en mi odio y un lametazo en mi cuello. Mi cuerpo se estremeció y solté un jadeo.

—Esa imagen en la casona de ti, subiéndote el pantalón contra el árbol me dejo, perplejo— se pego a mi cuerpo y comenzó a restregarse contra mi.

—Tus preciosas nalgas suaves deberían de tener mi mano marcada en rojo, para que sepan de quién eres— me pego bruscamente a la pared.

—¡Joder Luce, ya no aguanto más! Solo te tocaré hoy, solo hoy, y te dejaré para siempre.— yo comencé a negar llorando.

"No me dejes, no me dejes"

Imploraba mentalmente.

—Ser tu guardián implica verte desnuda, masturbandote, yo no puedo hacerme de las vista gorda, me encanta cuando jadeas, cuando te retuerces y pides más. Muero y revivió cada que tus dedos desaparecen por tu intimidad palpitante.— dijo mientras rompía mi ropa con violencia.

Me volteo y quede frente a él. Iba vestido de negro de pies a cabeza, sus ojos verdes me miraban fijamente, con su extraña máscara plateada, sin boca, pero con cuernos a los lados. Como si fuera un demonio.

Me tomo de los brazos y me llevó a la cama, desnuda, tirándome de golpe, se echó encima mío, aplastándome, se bajó la bragueta y tomo mis brazos por encima de mi cabeza.

Movió su máscara para que quedara libre su boca.

Sin previo aviso, metió su lengua de manera lasciva. Dejándome saliva por doquier.

Tomó mis pezones y comenzó a retorcerlos con fuerza. Haciéndome gritar. El fuego que tenía comenzó a avivarse más y más.



¡Joder, no pares! ¡No pares!

Alma CorrompidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora