Capítulo 9

759 101 11
                                    





END.

Después de que mi mejor amigo estuvo aquí. Lucy quedó completamente dormida.

Su boca se abría, como si quisiera hablar. Pero, fruncía el ceño y después se relajaba.

No puedo dejar que eso pase. ¿Qué mierda voy a hacer?

—¡Tú y tus putas reglas cabrón!

Tome a Lucy en mis brazos y la subí a su nuevo cuarto. La estire por toda su cama. Las marcas  que la caracterizaban de su poder comenzaban a borrarse. Otra vez, dormía su lado demoniaco.

Me aleje de ella.



Tome una silla y la puse exactamente frente a su cama.

Se le veía un poco atormentada. ¡Joder!

Pasaron las horas y ella no despertaba. Me acerqué a ella y mire la línea que tenía en el pecho. ¿Cómo podré quitárselo?

Acaricie su herida y un ligero gemido me hizo vibrar.

Sus ojos estaban abiertos. Me miraba fijamente.

—Si me tocas, no me arde.

¿Eh?

—Mi piel quema. Es como si me pusieran un hierro caliente. Es horrible. Pero con tu toque se fue el dolor. ¿Quién eres? ¿Un ángel?



Sonreí.

—Soy tu ángel guardián, un ángel muy oscuro. Pero que nunca te hará daño.

Sonrió como si estuviera ebria.

—¿Dónde están tu largas alas blancas? ¿Y tú halo?

Sonreí de lado.  Ese lado mío lo había perdido hace millones de años.

—No puedo corromperte, eres bastante importante para mí. Tú debes vivir.

Torció su boca.

Frunció el ceño, sus ojos se cristalizaron y comenzó a sollozar.

—No se porque estoy llorando, pero me duele mi pecho. ¿Es normal?

Sentí como si me hubieran dado el peor golpe de mi vida.

—Es normal cuando te alejan del amor de tu vida. Yo también lo siento. Pero te prometo que aunque tú no puedas verme. Yo estaré aquí. Junto a ti. Cuidando tu espalda como ángel guardián. Mi alas negras velarán por ti. No te metas en problemas pequeña. Debes vivir. No quiero que desaparezcas.



Sus ojos comenzaron a cerrarse. Mi cara se contrajo.

¿Nunca podré estar con ella como es debido?

Cayó rendida, haciéndose ovillo.

Me acerqué a ella. Acaricie su precioso rostro. Tome sus labios en un ligero beso. Y mi cuerpo comenzó a desaparecer.



Adiós Lucy.

Alma CorrompidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora